Andalucía

Andalucía emitirá bonos 'patrióticos'

  • Serán de 300 a 600 millones antes de final de año, a un interés cercano al 4,5%. Emisiones similares de Cataluña y Valencia han puesto un techo alto en el mercado internacional a la deuda tradicional.

Hace un año la consejera de Hacienda buscaba dinero debajo de las piedras. Este curso ha dejado la prospección. Ya tiene método. Pero se entrena para hacer en los próximos meses un eslalon gigante, que le permita financiar la actividad de la Junta de Andalucía. El mapa de desafíos es amplio, hasta llegar a los Presupuestos de 2012.

Tiene que luchar contra un déficit impuesto por el Gobierno español casi imposible de cumplir; sustituir las subastas de deuda, que se han puesto muy caras, por una emisión de bonos patrióticos, como los que lanzó en 2010 Cataluña; vender patrimonio inmobiliario por un sistema de leasing y alquilar las oficinas al comprador; construir obras públicas en colaboración con la iniciativa privada, y dar préstamos a empresas agrícolas, tecnológicas, culturales, y pymes turísticas o comerciales, con fondos sin personalidad jurídica.

Hay método, pero escasa liquidez. Aunque Andalucía está dos puntos y medio por debajo de la media de endeudamiento de las regiones españolas, con un 8,9% de su PIB, muy lejos de los 17,2 de Cataluña o los 17,4 de Valencia, las emisiones se han puesto difíciles. Lo mismo que hay un riesgo país que encarece las emisiones de Grecia y Portugal, la imagen que se ha proyectado en el extranjero de las autonomías ha generado desconfianza sobre la deuda de todas por igual. A Andalucía no le sirve tener una de las mejores solvencias para S&P, Moody's y Fitch, casi igual a la del Tesoro español.

La deuda de Andalucía estaba a primeros de abril en 12.855 millones, según el Banco de España. Y la de sus empresas públicas era de 617 millones, un 0,4% del producto regional bruto, para una media nacional de 1,7. Pero las emisiones de bonos lanzadas primero por Cataluña y después por Valencia a un interés del 4,75% han puesto un techo a la deuda de las regiones españolas en el mercado.

Andalucía acaba de suspender una emisión de 200 millones en bonos samurais en el mercado japonés. Y la consejera tiene planeado emitir unos bonos patrióticos antes de final de año. Serán, según ha confirmado a este diario Martínez Aguayo, entre 300 y 600 millones a un interés similar a los bonos catalanes o valencianos. Son emisiones caras, que tienen unas comisiones para las entidades financieras de un 3% suplementario.

La deuda andaluza se ha duplicado desde que en 2008 empezó la crisis. Entonces se colocaba una emisión al Euríbor más 0,5%. En tres años hemos pasado de un diferencial de cinco puntos básicos a otro de 300. La previsión presupuestaria para 2011 era que los intereses costaran en torno a 700 millones de euros, pero la liquidación es sustancialmente menor, porque el ritmo de endeudamiento se ha ralentizado. En este contexto se hará la emisión de bonos regionales.

Otro modo de financiarse eludiendo los límites de endeudamiento marcados por el Gobierno para todas las comunidades autónomas por igual, con independencia de su mayor o menor solvencia o deuda acumulada, es el llamado modelo austríaco. En Austria funciona desde 2000 una agencia federal encargada de sacar rendimiento al patrimonio público. Un método utilizado también por los gobiernos belga y británico o algunos länder alemanes. El 20% de las transacciones inmobiliarias públicas o privadas realizadas en Europa en 2007 se hicieron por esta fórmula, conocida como sale & leaseback.

Una venta por 20 años, con un alquiler con el que se va devolviendo el dinero. Y se recupera la propiedad al final del periodo y no computa en la deuda. Así se han vendido ya las delegaciones de Hacienda en Sevilla y Huelva, el edificio en donde están las delegaciones de varias consejerías en la avenida Aurora de Málaga, las sedes en Sevilla de la Consejería de Gobernación en la Plaza Nueva y el Servicio Andaluz de Empleo. La operación se cerró por un montante total de 77 millones y el alquiler anual es de seis millones, lo que supone un préstamo teórico al 7,8% de interés, pero en la práctica es más barato, porque el comprador se compromete al mantenimiento, conservación y limpieza de los edificios.

La Junta ha adjudicado al banco francés BNP Paribas que saque a licitación 95 edificios más, con los que espera recaudar unos 700 millones. Puede haber una nueva fase del método austríaco, si acaba de tramitarse una ley estatal que prevé la transferencia a las comunidades autónomas del patrimonio de la Seguridad Social, que incluye los grandes hospitales de Andalucía. El método austríaco ha tenido tanto éxito que ya está siendo imitado por Murcia, Cataluña y Madrid.

Otra manera de financiar la actividad de la comunidad autónoma en época de crisis ha sido la colaboración público privada para obras públicas. Esta práctica empezó antes de la crisis, por ejemplo con los metros de Sevilla y Málaga. Pero se ha acentuado con las penurias financieras de las arcas públicas. El proceso empezó con el edificio administrativo que se ejecuta en Los Bermejales de Sevilla, en donde se han invertido 62 millones. Ya se han licitado la autovía Iznalloz-Darro y la ampliación de puerto de Marbella.

Se ha creado una sociedad para el metro de Granada, con el mismo objetivo. En 2011 se ha licitado la ciudad de la justicia de Córdoba, con una inversión prevista de 77 millones y está próxima la licitación de la ampliación del puerto de Carboneras, por 46 millones. En este ejercicio se prevé licitar la autovía del Almanzora, entre Purchena y Baza, por 150 millones, y el tramo entre Lucena y Estepa de la autovía del Olivar, cuya inversión superará los 300 millones. La Consejería de Hacienda espera movilizar unos 6.000 millones de euros en diez años. Una de las razones por las que se aborda esta fórmula, además de la escasez de fondos es que no computa en el déficit.

Los préstamos de los fondos sin personalidad jurídica para empresas tienen un montante total de 1.100 millones. Son créditos retornables, para los que se exige una solvencia; se trata de acabar con la cultura de la subvención. Pero tiene una variedad de garantías más amplia que la de la banca tradicional. Por ejemplo se admiten segundas y terceras hipotecas o un pedido en firme.

Las apreturas financieras enrarecen las relaciones entre administraciones. El Gobierno acusa a las regiones de tener un déficit excesivo. El de Andalucía 0,7% en el primer trimestre, cuando para todo el año debería estar en el 1,3. Eso contribuye a encarecer las emisiones de deuda en los mercados internacionales. Pero la parte que oculta el Tesoro es que no transfiere los fondos que tiene que enviar a las comunidades autónomas. Las asfixia y además las acusa de manirrotas. Son las malas de la película. La última puerta del eslalon de Martínez Aguayo es arreglarse con su colega Salgado y su equipo. Ahí es donde el eslalon se vuelve gigante.

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