Juicio a Bretón

Bretón pidió ser detenido tras decir que sus hijos estaban "cerca" de la hoguera

  • El policía sombra dice que el acusado tenía una actitud "jovial" durante el análisis de los restos. "Es una persona de gran disciplina mental", dice el agente.

El día 17 de octubre de 2011, nueve días después de la desaparición de Ruth y José, su padre, José Bretón se derrumbó. Ese episodio, según declaró ayer el policía sombra que lo acompañó hasta su detención, se produjo después de acompañarlo hasta la finca de las Quemadillas, en concreto, al lugar en el que se encontraba la hoguera. "Le dije que si este sitio le traía algún recuerdo y si ahí estaban los niños; él me respondió que se encontraban cerca", aseguró el agente. Después de esta revelación, según su testimonio, el propio acusado pidió a la Policía que le detuviese.

El policía sombra, que ocupaba el cargo de jefe del subgrupo operativo del Grupo de Homicidios en Madrid, llegó a Córdoba el 9 de octubre y desde ese momento se ocupó de prestar apoyo a José Bretón, al ser "víctima" de la desaparición de sus hijos. "En este tipo de casos una persona se dedica al padre. Pero, me sorprendió que fuese una persona tan fría, distante y sin ningún signo de culpabilidad", insistió. Además de la actitud de Bretón "muy alejada a la de padres en situaciones similares", al agente también le llamó la atención la hoguera que habían descubierto en la parcela de los abuelos, por "la gran capa de ceniza que la cubría" y por la temperatura del suelo arcilloso, que a pesar de que ya habían pasado 30 horas de la desaparición, se encontraba "bastante caliente".

El agente destacó en su declaración, que duró dos horas y media, que Bretón eludía en todo momento hablar de la desaparición de los niños. "Daba contestaciones ambiguas y esquivas, era un tema del que no quería hablar", detalló, al tiempo que afirmó que el acusado ofreció a la Policía cuatro versiones distintas sobre cómo transcurrieron los hechos el día 8 de octubre.

El policía sombra centró parte de su declaración en varios hechos "sorprendentes" que tuvieron lugar mientras se encontraba junto al acusado. Así, hizo referencia a la noche del día 10 de octubre, mientras la antropóloga se encontraba analizando los restos de la hoguera. Según su relato, el acusado evitaba acercarse hasta el lugar y prefería estar sentado junto a él en un poyete con una actitud "jovial" que chocaba con el comportamiento de los agentes, "que guardaban un silencio sepulcral". Asimismo, dijo que estuvo presente cuando, ese mismo día, el acusado salió de la finca con un radiocasete y "nos dijo que alguien se arrancara a cantar". Días posteriores, según el testigo, Bretón también le habló que había estado con una prostituta rumana en un club de Las Quemadas o que había quedado con una amiga a la que conocía de hacía años. Otra de las jornadas de búsqueda, el acusado le ofreció al agente tomarse una copa de vino blanco. "Estas conversaciones no encajaban con el perfil de un padre que acababa de perder a sus hijos. Era absurdo, totalmente fuera de lugar", "es una persona de gran disciplina mental", insistió. Esta actitud de Bretón hizo que el policía sombra cambiase de fórmula para conseguir que el acusado le contase la verdad sobre lo que pasó el día 8, ya que la Policía no creía la versión aportada por el padre de los niños. De este modo, le llegó a proponer que si quedaban para ver un partido de fútbol para después irse de copas y de putas "si decía dónde estaban los niños", a lo que Bretón contestó que le parecía "un buen plan".

No fue hasta el día 12 octubre cuando José Bretón se vino abajo ante la presencia policial. Fue durante un registro en casa de sus padres, situada en la zona de La Viñuela. Los agentes, tal y como explicó el policía sombra, encontraron la receta de Orfidal y Motivan entre varios papeles revueltos que estaban guardados en un armario. "Se puso nervioso, se le quedó la cara desencajada", aseguró, lo que aprovechó para preguntarle que dónde se encontraban las pastillas. "Le pregunté que donde estaban las pastillas y me respondía con un no sé; le dije que dónde las había comprado y me dijo que no se acordaba", señaló.

Tras este día, no fue hasta el 17 de octubre cuando el acusado volvió a derrumbarse. Ese día el policía sombra decidió acudir a la finca con el acusado, después de que jornadas anteriores hubiesen estado en distintas ubicaciones, como la localidad de Villafranca o el pantano de Navallana, sin que Bretón ofreciese ningún dato relevante. Tras dar un paseo por la parcela, el agente detalló que se paró justo en la hoguera y que al preguntarle a qué le recordaba ese sitio y dónde se encontraban los niños, el acusado respondió que estaban "cerca". "Era la segunda vez que veía algo extraordinario en él. Dijo que lo detuviésemos ya. Se encontraba al borde del precipicio", aseguró. Una vez detenido, la tarde del 17 de octubre de 2011, el agente sombra señaló que notó que Bretón "se liberó".

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