Más que con Luis Pizarro, si hay alguien en la provincia de Cádiz enfrentado a la dirección regional  es su secretario general y presidente de la Diputación, Francisco González Cabaña. Fue Cabaña quien afirmó en relación al presidente, José Antonio Griñán, que él no estaba en política "para jugar a las casitas".  Pronunció la frase después de las disputas por la candidatura de Jerez, el epicentro de la crisis que hoy atraviesa el PSOE andaluz. 

El comité provincial de Cádiz iba a nominar a González Cabaña el próximo viernes candidato a la Presidencia de la Diputación como consecuencia de las elecciones municipales, pero la dirección regional lo paró ayer. ¿Por qué? Según el acuerdo del comité federal, los candidatos a las diputaciones no se deben elegir hasta después del 22 de mayo, cuando se conozca cuál es el resultado de las elecciones municipales. Sin embargo, se pueden hacer excepciones siempre que las autorice la dirección regional. Y  en el caso de Cádiz, no va a admitir esa excepción. La sede de San Vicente sí aceptará que el  candidato de Sevilla sea el actual presidente, Fernando Rodríguez Villalobos, y el de Jaén, Francisco Reyes. La razón es que sólo se aceptarán proclamaciones en las diputaciones donde el PSOE tiene la mayoría absoluta.

Así lo decidió ayer la Ejecutiva regional en lo que parece una normativa hecha a la medida para impedir que González Cabaña se pueda proclamar candidato a la Presidencia de la Diputación. Las agrupaciones de Huelva y Córdoba, donde el PSOE tiene la mayoría absoluta, no han solicitado nombrar candidato. En Huelva se da el caso de que la presidenta, Petronila Guerrero, es candidata también a la Alcaldía de la capital, y en Córdoba, el PSOE no se decide entre el candidato a la Alcaldía, Juan Pablo Durán, el actual presidente, Francisco Pulido, u otro candidato.

Queda por saber si Cabaña mantiene el pulso, y sigue con la convocatoria del comité provincial para que le nomine como candidato.