El asesinato de Marta

"Carcaño no busca ningún provecho al someterse a la prueba, sólo que se pueda encontrar a Marta"

  • Las abogadas del condenado por el asesinato de la joven acompañaron a su defendido durante la realización del test de la verdad en Zaragoza.

Las abogadas Paloma Pérez Sendino y Mónica Gallardo Bejarano, que ejercen la representación jurídica de Miguel Carcaño, el asesino confeso de Marta del Castillo, han asegurado este jueves que el joven "no busca ningún provecho para sí mismo al someterse voluntariamente a la prueba" del Potencial Evocado Cognitivo (PEC), conocida como el test de la verdad, sino que pretende únicamente que con la misma pueda concretarse el "lugar dónde puede encontrarse el cuerpo" de Marta.

Las letradas, que han asistido en el hospital Miguel Servet de Zaragoza a la prueba que ha realizado el doctor José Ramón Valdizán, jefe del servicio de Neurofisiología de este centro sanitario, aseguraron antes de la realización de la misma en declaraciones a este periódico que Miguel Carcaño únicamente pretende "colaborar" con la Policía en la búsqueda de los restos de la joven, de cuya desaparición se han cumplido ya cinco años.

"Esta prueba es para Carcaño una posibilidad de concretar el lugar dónde puede encontrarse el cuerpo en relación con su última versión", en la que el joven sostuvo que entre él y su hermano Javier Delgado enterraron el cadáver en la finca Majaloba de La Rinconada. "No digo que sea verdad o no, pero es su última versión y hay que agotar todas las posibilidades", han aseverado las letradas defensoras.

Paloma Pérez y Mónica Gallardo han insistido en que el asesino confeso, que cumple una condena de 21 años y tres meses en la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), no tiene ningún interés personal. 

 

"Carcaño no busca nada salvo concretar el lugar dónde están los restos. Él tiene su condena firme y si hubiera querido buscar cualquier provecho para sí, lo habría dicho antes en el juicio, con lo cual habría tenido más posibilidad de tener una condena menor", han explicado.

Las letradas han asegurado que recientemente el interno ha reafirmado su voluntad de someterse a la prueba conocida como el test de la verdad. Las defensoras ignoran el contenido de la prueba que se practicará esta tarde en el hospital Miguel Servet, ya que, según aseguran, sólo tienen conocimiento de lo que se ha publicado en los medios de comunicación.

El doctor José Ramón Valdizán mostró a Carcaño varias tandas de fotografías y frases relacionadas que, según este experto, permitirán conocer con un grado de fiabilidad de hasta el 95% si el asesino confeso ha dicho la verdad en su séptima versión de los hechos, respecto al lugar donde se deshizo del cuerpo, y también permitirá descartar lo que no es verdad, en alusión a los otros emplazamientos en los que se buscó a la joven, como el río Guadalquivir, el vertedero de basuras de Alcalá de Guadaíra o las zanjas de la localidad de Camas. Sobre la cabeza de Carcaño se colocará un "gorro de electroencefalografía" que registrará su actividad cerebral en una máquina mientras en un ordenador, ubicado en una habitación aislada, se proyectan las fotografías y frases. La onda clave es la denominada P-300, que refleja un estímulo involuntario, por lo que es prácticamente imposible engañar a esta prueba, que no tiene nada que ver con los conocidos polígrafos.

Hasta ahora la prueba del Potencial Evocado Cognitivo (PEC) sólo ha sido practicada en España a otro presunto asesino, Antonio Losilla, que está imputado por la muerte de su mujer en la localidad zaragozana de Ricla, y aunque se practicó en diciembre pasado los resultados no han trascendido porque la defensa recurrió la práctica de esta prueba que, a diferencia de Carcaño, no se realizó de forma voluntaria sino por orden judicial, motivo por el que está recurrida ante la Audiencia de Zaragoza.

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