El Juzgado de lo Penal número 2 de Sevilla ha condenado a un año de cárcel a un hombre, cuyas iniciales son M.C.M., como responsable de un delito de intrusismo profesional, ya que se hizo pasar por dentista y cobró 1.050 euros por atender a una paciente menor de edad.

En un comunicado, el Colegio Oficial de Dentistas de Sevilla, que ya informó de estos hechos el pasado mes de noviembre, sostuvo como novedad que el citado juzgado ha resuelto ahora "que no se aplique al acusado el beneficio de la suspensión de la condena, por lo que necesariamente ha de ingresar en la cárcel para cumplir la pena".

En la sentencia se recoge que el acusado se ofreció en 2004 a tratar a un menor por unos problemas bucales percibiendo por ello 1.050 euros, a pesar de carecer de la titulación y de los conocimientos necesarios para ello. Además, la entidad colegial sostiene que fue "inadecuado" el aparato colocado al paciente.

Agregó que este caso se une a las "múltiples" quejas recibidas en el colegio por pacientes que han sido supuestamente tratados por personas que, "sin poseer la titulación ni los conocimientos necesarios, ejercen como dentistas".

Así, el colectivo de dentistas destacó el caso de J.L.H.M., protésico dental condenado el pasado mes de octubre a un año de prisión por tres delitos de lesiones al ejercer como dentista sin poseer la titulación y la formación necesaria, debiendo pagar como indemnización un total de 26.000 € por los tres casos denunciados, así como a seis meses de multa.

La mayor preocupación del Colegio de Dentistas es el "grave riesgo para la salud que suponen estas prácticas fraudulentas", ya que, además de las posibles lesiones causadas por los intrusos, dejan de diagnosticarse otras posibles lesiones.