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"El pañuelo en la cabeza de una mujer a consecuencia de la quimioterapia debe ser una opción y no una imposición por no tener medios económicos para adquirir una peluca, que no deja de ser una prótesis necesaria para que, además de carecer de una mama, o de las dos en algunos casos, no se carezca también del cabello".

La queja procede de una mujer sometida a una mastectomía al estar afectada de cáncer de mama. La ciudadana se trasladó al Defensor del Pueblo andaluz para pedir que las pelucas pudieran ser recetadas en el sistema sanitario público. El precio de una peluca adaptada a la persona oscila entre los 300 euros (pelo artificial) y los 700 euros (pelo natural), y su mantenimiento de 20 a 30 euros cada quince días aproximadamente.

Tras analizar la situación, el Defensor del Pueblo andaluz ha emitido una resolución en la que solicita a la Consejería de Salud que abra este debate en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, en el que se reúnen Gobierno y comunidades autónomas.

El Defensor efectúa esta recomendación consciente de las actuales limitaciones presupuestarias. Ante la aceptación de que probablemente se rechazase la petición de que se amplíe el catálogo de servicios complementarios que financia la Junta, considera de entidad suficiente la propuesta "para que pueda iniciarse un debate razonado sobre la misma" en el Consejo Interterritorial.

Esta petición, entiende José Chamizo, puede ser el "punto de partida de la tramitación de una propuesta que un día pueda llegar a dar lugar a una actualización de la cartera de servicios en el sentido de incluir las prótesis capilares para los pacientes afectados de alopecia secundaria al tratamiento de quimioterapia, bien mediante su dispensación directa por los establecimientos especializados, bien por el establecimiento de ayudas económicas para su adquisición previa demostración de la escasez de recursos".

De hecho, el Defensor se apoya en propuestas de la Unión Europea, del Congreso e incluso del Parlamento andaluz en este sentido. Se remite a la Comunidad Valenciana, donde se pagan prótesis capilares para pacientes menores de 18 años. El Sindic de Greuges de esta comunidad, José Cholbi, ha pedido que se estudie si se puede extender la medida a los adultos.

"La mejora de la apariencia física incide en el mantenimiento de la autoestima y ha de tener necesariamente consecuencias positivas para el bienestar psicológico, lo cual redunda en la manera de afrontar el tratamiento y en la propia enfermedad", expone el Defensor.