Aviso para navegantes desde el Gobierno central: la reforma local tiene que ser asumida sí o sí. No hay otra opción si comunidades autónomas y municipios quieren seguir recibiendo ayudas del Estado. Es una condición sobre la que el Ejecutivo de Mariano Rajoy no parece dispuesto a ceder. Así se está encargando de transmitirlo el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, en una advertencia nítida ycontundente a los gobiernos regionales y municipales, que tendrán que asumir los principios de la reforma de las Administraciones Públicas si quieren acogerse a los mecanismos de ayuda que ofrece el Estado, como pueden ser el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) o los planes de pago a proveedores.

Tras admitir que las medidas propuestas en la reforma de las Administraciones Públicas, aprobada hace un mes por el Gobierno, son recomendaciones, ya que el Ejecutivo no puede intervenir en las competencias autonómicas o municipales, Beteta recuerda, no obstante, que el Estado dispone de su capacidad de decisión sobre los planes económico-financieros de las comunidades y ayuntamientos para hacer que éstos apliquen la reforma.

"Si no te apruebo el plan económico-financiero, no entras en el mecanismo de financiación, no entras en el FLA y no podrás acogerte a los programas de proveedores, y en consecuencia, si esto no se produce, ni comunidades autónomas ni ayuntamientos acomodarán sus niveles de gasto e incumplirán la Ley de Morosidad e incurrirán en las restricciones que se derivan de la Ley de Estabilidad Presupuestaria", explica Beteta, que recuerda que el Gobierno "por supuesto tiene los mecanismos para pasar de lo que constitucionalmente no puede ser más que una mera recomendación".

El secretario de Estado recibió la réplica del secretario de Política Municipal del PSOE, Gaspar Zarrías, que emplazó a Beteta a proferir "menos amenazas" y a proponer un nuevo sistema de financiación local que permita cumplir a los ayuntamientos con la prestación de servicios a un precio razonable en lugar del proyecto de reforma de la Administración Local aprobado por el Gobierno que hará que "los servicios sean menos eficientes y más caros. Se trata de un bodrio", enfatizó el dirigente socialista.

Zarrías destacó que el Ejecutivo "se ha quedado de nuevo solos" porque "ningún partido ni ninguna comunidad, exceptuando alguna del PP, han entendido y compartido esta reforma".