Crisis migratoria

El Gobierno defiende su gestión del aluvión de pateras en el Estrecho

  • Gómez de Celis pide a la Junta "comprensión" y critica al PP: "Hace dos meses no había nada"

Las llegadas de migrantes a España por el Mediterráneo aumentan un 126% en 2018.

"Comprensión mutua". Eso quiere el Gobierno de Andalucía. El delegado del Ejecutivo en la región, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis aseguró ayer que entiende a la Junta. Es consciente de que María José Sánchez Rubio y Rosa Aguilar se bajaron del AVE con las manos vacías después de una Conferencia Sectorial de Migraciones que se quedó en un reparto de buenas intenciones. Gómez de Celis sabe que Manuel Jiménez Barrios, vicepresidente de la Junta, tiene razón cuando se queja si el Gobierno manda barcos con menores extranjeros a una región que ya tutela a un tercio de estos niños y jóvenes que cruzan solos el mar.

"Cuando llegamos, hace dos meses, no teníamos absolutamente nada", dijo ayer el lugarteniente de Pedro Sánchez en Andalucía.

Gómez de Celis quitó hierro a los lamentos del Gobierno andaluz, aseguró que no hay ni pizca de deslealtad en las reclamaciones que llegan del sur. Pero insiste en la necesidad de "comprensión". "Nosotros no elegimos el lugar de llegada de los 20.000 inmigrantes que llegan a nuestras costas", recordó el delegado del Ejecutivo antes de especificar que los migrantes sólo pasan por Andalucía como parte de otro viaje más largo "Huyen de la miseria, de las violaciones y de al guerra", insistió el político sevillano.

El delegado del Gobierno pide comprensión al Ejecutivo andaluz porque sus críticas miran hacia atrás, hacia la gestión del PP. En su opinión, en los dos meses que Sánchez llega en La Moncloa -"un tiempo récord"- se ha puesto en marcha un plan urgente y se ha instalado un centro de recepción de inmigrantes en San Roque, donde ahora llegan todos los rescatados en el Estrecho. Ayer fueron 93 las personas que iban en las cuatro pateras interceptadas camino de la costa de Cádiz y acabaron desembarcando en la nave portuaria habilitada para acoger a migrantes. A esa cantidad hay que sumar los 109 que tripulaban dos pateras en Alborán y también fueron rescatados.

El responsable de la política migratoria durante el último periodo de Mariano Rajoy en el Gobierno, el ex ministro del Interior Juan Ignacio Zoido, negó la acusación de Gómez de Celis y responsabilizó de la situación al "efecto llamada" que se ha generado entre los inmigrantes que quieren llegar a España después de la acogida de los más de 600 rescatados que iban en el Aquarius. Zoido criticó que se recibiera a la embarcación en Valencia con "muchos fotógrafos y mucho bombo y platillo", lo que a su juicio acabó generando ese "efecto llamada" que sólo beneficia "a las redes ilegales".

Entre los 202 inmigrantes que llegaron ayer a los puertos andaluces había 50 menores y son ellos, los niños y adolescentes que quedan bajo la tutela de la Administración autonómica, el principal motivo de conflicto.

El diputado sevillano Antonio Pradas, miembro de la Ejecutiva del PSOE andaluz, insistió ayer en las tesis lanzadas el jueves por Jiménez Barrios. Más allá de la paciencia que pide Gómez de Celis, los socialistas consideran que el Gobierno "tiene la obligación" de buscar el acuerdo entre las regiones para que pueda hacerse realidad el reparto de los menores.

A 31 de diciembre del año pasado, los servicios de acogida de Andalucía, Murcia y Cataluña eran los responsables de la mitad de los menores extranjeros no acompañados que había en el país y el aluvión de pateras de este año no ha hecho más de agrandar las cifras que maneja la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales. Los números seguirán creciendo, al menos, hasta septiembre, sin previsión de que vayan a dejar de llegar pateras y con una nueva reunión entre el Gobierno y las comunidades fijada para la primera semana del mes.

Los socialistas confían en el acuerdo, pero si no hay consenso entre los territorios, "el Estado tendrá que adoptar las medidas necesarias" para abordar la situación. La propuesta del Gobierno andaluz, según Pradas, es que la solidaridad que se pide a Bruselas desde España "se filtre a cada una de las regiones".

"Andalucía, por donde entran la mayoría de inmigrantes, exige esa solidaridad al resto de comunidades", insistió el dirigente socialista, que también aprovechó para criticar el "bandazo hacia la extrema derecha" dado por el PP de Pablo Casado, a quien asimiló con José María Aznar, pero también Donald Trump.

En la oposición andaluza hay posiciones divergentes. En la izquierda, Antonio Maíllo y Teresa Rodríguez mostraron su respaldo a las reclamaciones del Gobierno andaluz. En el PP insisten en las críticas al Ejecutivo de Pedro Sánchez, pero quieren trasladar el debate a Andalucía. Para conseguirlo, los populares pedirán una reunión de la Diputación Permanente del Parlamento para abordar la situación, anunció ayer el líder del PP de Cádiz, Antonio Sanz.

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