Andalucía

Griñán repetirá los encuentros con empresarios para evitar suspicacias

  • A la reunión con la patronal seguirán otras con el sector de la construcción · IU alardea de que tiene competencias sobre el 25% del PIB · El presidente mantiene que "el mundo del toro" debe estar tranquilo

El PSOE e IU contaron durante la pasada campaña electoral con un aliado silencioso, pero muy efectivo: los sindicatos UGT y CCOO, cuyo trabajo durante esos días para evitar la mayoría absoluta del PP no pasó desapercibido en el equipo de Javier Arenas. Sin embargo, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, trata estos días de evitar las suspicacias que levanta un Gobierno -en el que se sienta IU- entre el empresariado andaluz, cuya patronal, la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), apostó, por el contrario, por un cambio a favor del PP. Si el lunes, inmediatamente después de tomar posesión sus consejeros, se reunió en Sevilla con la cúpula de la CEA, ahora mantendrá encuentros con otros sectores.

Así lo explicó ayer la consejera de Presidencia, Susana Díaz, que se encargó de informar de los primeros acuerdos del Consejo de Gobierno, ya que el portavoz, Miguel Ángel Vázquez, fue nombrado en esa misma reunión. Ya antes Griñán, en una entrevista en Buenos días, Andalucía, de Canal Sur, había declarado que el mundo taurino debía estar tranquilo con la entrada de IU. Aunque pueda parecer anecdótico, sí da una idea de uno de los flancos de ataque que puede tener este Gobierno. De un lado, las reticencias empresariales y de otros sectores; de otro, los posibles desencuentros que surjan entre los dos socios. Aunque en una parte de IU pueda haber aversión a la fiesta de los toros, nada de eso figura en el programa de 250 medidas que pactaron ambas formaciones. De hecho, esta competencia está en la Consejería de Justicia e Interior, que no es de IU.

El que hoy será nombrado portavoz de IU en el Parlamento, José Antonio Castro, subrayó desde Málaga que sus consejeros, incluido el vicepresidente, cuentan con competencias sobre el 25% del PIB andaluz, al controlar turismo, comercio y obras públicas y viviendas.

Díaz también respondió a otro de los retos del Gobierno: la coordinación entre consejeros de distintas siglas en un mismo gabinete. Contestó que su papel en el Gobierno será, entre otros, ese mismo, y de hecho, ésa ha sido una de las razones por la que Griñán la ha situado al frente de la Consejería de Presidencia. Díaz participó en las reuniones entre IU y PSOE tanto para formar la coalición como para el acuerdo programático, de ahí que el presidente la colocase en ese puesto. Díaz también quiso evitar nuevas suspicacias sobre su papel en el Ejecutivo, al declarar que el vicepresidente es Diego Valderas.

La consejera bajó ayer a explicar los primeros acuerdos del Gobierno, y no el vicepresidente, aunque en la Junta siempre ha sido la Consejería de Presidencia quien responde tras las reuniones, bien su titular o bien el portavoz, aunque éste estaba ayer recién nombrado. A Valderas ya se le ha encargado un informe para desarrollar los cuatro puntos de diálogos que ofreció en su discurso de investidura, y que deberá tratar, en especial, con el PP. El viernes se reunirá la comisión delegada de asuntos económicos para aprobar el calendario del plan de choque contra el paro, dotado con 200 millones de euros. Básicamente, consisten en trabajos forestales, de rehabilitación de viviendas y obras menores en colegios, y comenzará a aplicarse antes del verano. El desempleo en Andalucía es superior, en unas décimas, al 33%.

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