Andalucía

La Guardia Civil investiga la muerte de un hombre de 69 años en Montoro

  • El cadáver del anciano, comerciante de chatarra, apareció con mutilaciones parciales y colgado de una viga

Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Córdoba están investigando las circunstancias de la muerte presuntamente en circunstancias violentas de M. A. C., un hombre de 69 años que fue hallado muerto el pasado 17 de enero sobre las 11:00 en la parte trasera de su vivienda de la localidad de Montoro, situada en una zona situada en las afueras del casco urbano, según las fuentes consultadas relacionadas con el entorno de la investigación.

Aunque en principio se pensó que podía haber sido un suicidio, las mismas fuentes explicaron a este diario que las circunstancias en las que fue encontrado el cadáver apuntan a que pueda tratarse de un homicidio o incluso de un asesinato, ya que el cuerpo de M. A. C. apareció con amputaciones en distintas partes de su anatomía y, según algunas fuentes cercanas al caso, apareció colgado de una viga o soporto, lo que ha supuesto la apertura de unas diligencias de investigación y el posterior decreto de secreto del sumario del proceso por parte del Juzgado de la localidad del Alto Guadalquivir.

Desde que se produjo el hallazgo del cuerpo sin vida del anciano, en cuyo rescate intervinieron efectivos del cuerpo de Bomberos de la Diputación de Córdoba, los agentes de la Guardia Civil no han parado de realizar pesquisas en la localidad y han llamado en los últimos días a declarar a tres personas del entorno de la víctima para intentar aclarar las circunstancias de este oscuro suceso, que se ha convertido desencadenante de todo tipo de rumores en las conversaciones de los vecinos de Montoro.

Los móviles que se barajan van desde el ajuste de cuentas hasta el robo, aunque algunas fuentes aseguran que en el lugar de los hechos se encontró dinero en efectivo, lo que descartaría la hipótesis de que se produjo un hurto que acabó en homicidio.

La discreción con la que se está llevando el caso, el secreto del sumario y el tiempo que están llevando las investigaciones policiales supone el planteamiento de una baraja de supuestos acerca de la muerte de M. A. C. pendiente de verificarse.

La existencia de heridas en el cuerpo de la víctima se investigan para saber si se trata del efecto de un acto violento o de la intervención de animales tras el deceso. Una de las cuestiones que está intentando dilucidar la investigación es qué es lo que hizo la víctima en los últimos días antes de su muerte y las relaciones de esta persona en ese tiempo para saber a ciencia cierta cuándo ocurrió la defunción.

La víctima vivía en lo que podría denominarse una casa de campo levantada en una zona de naves abandonadas que se encuentra, precisamente, a poca distancia del cuartel de la Guardia Civil y cerca de descampados y de zonas sin construir de la localidad montoreña.

Las fuentes consultadas relacionadas con el entorno del fallecido explicaron M. A. C. era una persona conocida en Montoro debido a que se dedicaba a la compraventa de chatarra.

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