"Uno de los días más negros en la historia de Gibraltar". Con estas palabras, el ministro principal, Fabian Picardo, definía el estado de ánimo que vivía la Roca después de que se conociera la noticia del hallazgo de los cadáveres de un hombre británico de 31 años, procedente de Liverpool, su compañera sentimental, una cubana con nacionalidad española, la hija de ésta de una relación anterior de 4 años de edad y un bebé, hija de ambos, en un piso de alquiler de la calle Bochetti's Steps, al que se habían mudado recientemente.

Los hechos ocurrieron poco después de las 10:45 de ayer. A esa hora, un vecino del inmueble oyó como le llamaban a gritos. Cuando acudió al lugar desde donde procedían las voces, no recibió respuesta, por lo que llamó a la Policía. Los agentes llegaron poco antes de las 11:00 y, según reconoció el comisionado Eddie Yome, tuvieron que "derribar la puerta" al no recibir respuesta a sus llamadas desde el interior del inmueble.

Fue allí cuando los agentes se encontraron con el macabro hallazgo. Cuatro cadáveres con varias puñaladas yacían en el suelo de la vivienda. La identidad de las víctimas no fue facilitada porque "estamos tratando de ponernos en contacto con sus familiares" y también "esclarecer las circunstancias en las que se han producido los hechos, para lo cual no tenemos ningún tiempo prefijado. Pueden ser tres días o una semana". Tal vez por ello, los cuerpos bien entrada la tarde de ayer, aún permanecían en el lugar de los hechos en un intento por "preservar la escena del crimen". Eso es lo poco que las autoridades de la Roca precisaron durante la jornada de ayer.

El máximo responsable policial se limitó a confirmar que se trataban de "un hombre de 31 años" procedente de Liverpool; una mujer de 37 años, pareja del anterior, de nacionalidad cubana pero con residencia española; una niña de 4 años de edad fruto de una relación anterior de ella y un bebé de apenas seis semanas. Yome no fue más allá en las causas de la muerte y solicitó la comprensión de los medios de comunicación para no "dificultar la investigación". La posibilidad de que se trate de un crimen llevado a cabo por parte de uno de los adultos y un suicidio posterior fue abonada por las propias declaraciones de Yome cuando afirmó que "no se busca a nadie más en relación con estos hechos".

También se hicieron llamamientos a la "calma", tanto por su parte como la del propio ministro principal, quien aseguró que "no hay ningún motivo para temer nada, ya que la Policía gibraltareña tiene capacidad más que suficiente para llevar a cabo la investigación". No obstante, también se apuntó a que en las próximas horas llegarán procedentes del Reino Unido dos médicos patólogos, incluido uno pediátrico debido a la edad de dos de las víctimas, que ayudarán a esclarecer las circunstancias de un crimen que, según Picardo, "ha llevado a toda la comunidad gibraltareña al estado de shock, ya que no recuerdo ningún hecho similar ocurrido aquí".

La Policía también reclamó la colaboración ciudadana para "ayudar con cualquier detalle, por mínimo que sea, que ayude a determinar las circunstancias en las que se pudieron desarrollar unos hechos" que están pendientes de los resultados de la autopsia que se efectuará hoy.