El consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, ha salido hoy al paso sobre la polémica del pin parental. En declaraciones a los medios tras visitar el IES Murillo, en Sevilla, Imbroda ha aclarado que "la normativa actual ya recoge esa posibilidad", en alusión a la autorización de los padres para que sus hijos reciban ciertas enseñanzas en los colegios públicos. 

El titular de Educación ha hecho un llamamiento a la calma. "Lo que hace falta es serenidad", ha opinado el consejero, quien considera que la polémica suscitada estos días es fruto de "un debate interesado por algunas fuerzas políticas". 

En este punto, Imbroda ha recordado que los proyectos educativos de los centros comienzan a principios de curso, al tratarse de "planes aprobados por el consejo escolar de cada colegio, donde están representados los padres". Por tanto, según el consejero, "el marco normativo permite la decisión de las familias". 

Imbroda ha insistido en que "no se puede aislar a nuestros niños de la sociedad en la que viven", aunque tras esta afirmación ha incidido en que las leyes actuales no sólo recogen el respeto a la diversidad, sino también a otros aspectos, como "la religiosidad". 

El consejero ha destacado que en un sistema educativo con dos millones de alumnos, sólo se han producido "casos aislados" en los que los padres han desautorizado la asistencia de sus hijos a algunas actividades celebradas en centros escolares relacionadas con el fomento de ciertos valores sociales.

Imbroda ha explicado que este derecho lo recoge la normativa actual y que la Junta planteó esta posibilidad para "las actividades extracurriculares". No obstante, ha hecho una ardua defensa de la enseñanza pública andaluza: "No voy a tolerar ningún gesto de desconfianza hacia nuestros docentes". 

Por tal motivo, el consejero de Educación considera que "más que un pin parental lo que necesitamos es sentido común".