Andalucía

Juan Marín extiende su control de Ciudadanos en Andalucía al grupo parlamentario

  • El líder naranja sustituye al portavoz, Sergio Romero, que asegura que su salida a la Mesa de la Cámara es por decisión propia

El portavoz de Ciudadanos, Sergio Romero.

El portavoz de Ciudadanos, Sergio Romero. / José Manuel Vidal/EFE

Las turbulencias en Ciudadanos han acabado por consolidar a Juan Marín como jefe regional del partido naranja. El vicepresidente de la Junta es el líder de la formación desde que se convirtió en candidato a presidir la Junta en 2015, pero su poder orgánico no siempre ha sido tan sólido como lo es ahora. Su apoyo a Inés Arrimadas en los momentos convulsos que ha vivido el partido en los últimos meses han reforzado al político gaditano, que ha extendido el control que ya tiene en el partido al grupo parlamentario de Ciudadanos, donde Marín contaba con varios críticos. 

El cambio más visible será el de la portavocía del grupo. Sergio Romero, que ejerce el puesto desde el inicio de la legislatura, pasará a ocupar un puesto en la Mesa del Parlamento. Será el hueco que dejará libre Julio Díaz, uno de los hombres de confianza de Juan Marín, que ahora tendrá responsabilidades en el grupo. Este cambio implica al órgano de dirección de la Cámara, lo que impedirá que los cambios puestos en marcha por Juan Marín tengan efecto inmediato. No obstante, se aprobarán en una reunión del grupo que se celebra esta tarde.

La elección de Sergio Romero como vicepresidente tercero de la Mesa debe sustanciarse en un Pleno, pero la sesión plenaria de ayer fue la última hasta septiembre, ya que agosto es un mes inhábil para la actividad parlamentaria. El diputado gaditano, que venía alejándose de Juan Marín desde hace meses, aseguró a través de las redes sociales que su salida de la portavocía no se trata de un cese, sino que es una decisión tomada “hace meses” y que ha sido avalada por la dirección nacional de Inés Arrimadas.

Tanto Marín como Romero, en un a comparecencia después de la reunión del grupo, quisieron dar una pátina de “normalidad” a estos cambios. El vicepresidente explicó que los nombramientos son consecuencia de la voluntad de Romero de dejar la portavocía y enmarcó la “renovación” en una suerte de preparación del tramo final de la legislatura. Marín 0quiso dejar claro que no es el responsable de los nombramientos y salidas: “Yo no ceso a nadie ni hago dimitir a la gente”.

El papel de la dirección de Inés Arrimadas en este cambio es puramente testimonial. La política jerezana ha cambiado su actitud hacia Marín y su liderazgo en Andalucía, afirman fuentes naranjas. Arrimadas comenzó el año con una visita a San Telmo y una reunión con Juanma Moreno en la que no estuvo Juan Marín. Entonces, la consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, no descartaba plantar cara a Marín en una hipotética pugna por la elección del candidato de Cs a la Junta. Después llegó el batacazo en las elecciones catalanas, la marcha de Fran Hervías al PP y el fracaso de las autonómicas en Madrid. Marín ha cerrado filas con Arrimadas incluso en los envites de Hervías en su intento por desarmar a su antiguo partido, con ecos en los ayuntamientos de Granada y Jaén.

Ese apoyo le ha servido al político de Sanlúcar de Barrameda para ganarse la capacidad de hacer y deshacer en Ciudadanos Andalucía a su antojo. Los críticos con Marín, desactivados tras este terremoto orgánico y el aval de Arrimadas a Marín, comenzaron a resignarse ante la falta de margen de maniobra. Un ejemplo de esta resignación es la dimisión que presentó Mónica Moreno de la Secretaría de Acción Institucional de la formación. Con ella se fueron seis de los ocho coordinadores provinciales de esta área. 

El principal perjudicado se los cambios será Fran Carrillo, que será degradado desde su actual puesto de portavoz adjunto. La diputada por Málaga Teresa Pardo será la nueva portavoz en sustitución de Romero. La acompañarán como portavoces adjuntos la citada Mónica Moreno, que sigue en el cargo, y Julio Díaz. Entra en la dirección Enrique Moreno, diputado por Jaén y presidente de la Comisión de la Faffe. Tanto Moreno como Díaz son dos de los diputados más cercanos a Marín, que han mostrado su apoyo público cuando ha habido conflictos internos.

Los cambios fueron ratificados por 17 de los 20 diputados presentes, aunque fuentes conocedoras del encuentro aseguran que hubo intervenciones críticas. Fuentes cercanas a la corriente crítica señalaron que no está entre sus planes inminentes salir del grupo.

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