Andalucía

Juanma Moreno tiene gobierno hasta 2022

  • La alianza Vox, Ciudadanos y PP se hace fuerte con el compromiso de aprobar los siguientes dos presupuestos de la Junta

Alejandro Herández, de Vox, saluda a Elías Bendodo, Juan Marín y Juanma Moreno.

Alejandro Herández, de Vox, saluda a Elías Bendodo, Juan Marín y Juanma Moreno. / Julio Muñoz/EFE

La atribulada negociación del Presupuesto de 2019 ha concluido con la firma de un acuerdo de gobierno de facto entre PP, Ciudadanos y Vox. Si hasta ahora, los parlamentarios de Francisco Serrano han sido una suerte de verso libre de la derecha en la Cámara andaluza, el compromiso firmado el pasado jueves por los tres partidos supone su inclusión en la agenda del Gobierno de Juanma Moreno. Desde fuera, pero pero en comunión. Moreno tiene presupuestos para llegar hasta 2021, pero su objetivo declarado es llegar a 2022, cuando finalizaría la legislatura al agotarse su intervalo legal.

Juanma Moreno bromea con Juan Bravo el pasado miércoles. Juanma Moreno bromea con Juan Bravo el pasado miércoles.

Juanma Moreno bromea con Juan Bravo el pasado miércoles. / Julio Muñoz/EFE

Vox llegó despistado por su propio éxito electoral a la investidura de Juanma Moreno. Con tal de echar al PSOE del Gobierno andaluz, plantearon una negociación tan sencilla que asombró a los interlocutores del PP. Sólo al final, cuando su secretario general, Javier  Ortega Smith, aterrizó en Andalucía, subieron un poco el tono, pero aún así soportaron la humillación del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que calificó lo pactado entre Vox y PP como "papel mojado". La firma del acuerdo del pasado jueves lleva los sellos de los tres partidos, y el consejero de Economía, Rogelio Velasco, de Ciudadanos, se sentó junto al portavoz voxero Alejandro Hernández. 

El acuerdo incluye los presupuestos de 2019 y de 2020, por lo que, en el peor de los casos, el Gobierno siempre podría prorrogar las últimas cuentas a 2021 y convocar o ese año o el siguiente. Sin embargo, una fuente cercana a Juanma Moreno ha explicado a este diario que su voluntad es llegar a 2022. Agotar la legislatura.

Últimas encuestas

En las últimas semanas, el PP ha manejado encuestas por si se hacía necesario convocar elecciones por el desacuerdo presupuestario. Vox hubiese sido el partido más perjudicado, y cada parlamentario que perdiese, iría o al PP, como primera opción, o a Ciudadanos. Las tres  últimas elecciones celebradas en Andalucía -generales, municipales y europeas- han sido, sin embargo, muy buenas para el PSOE, hasta tal punto que una extrapolación de las últimas daría una mayoría a los socialistas junto a Adelante Andalucía.

Si todo sigue como Moreno espera, Andalucía entrará en una fase de calma política, después de cuatro años muy ajetreados. En este periodo irá encajando el puzzle de los tres partidos de la derecha. Ésta es una competición no cerrada, y si bien en España, el PP no ha logrado ser adelantado por Ciudadanos, sí ocurrió esto en Andalucía en las generales. Aún es muy temprano para prever conclusiones, se debe constituir el Gobierno de España y valorar qué papeles asumirán PP, Vox y Ciudadanos en la política nacional.

El pacto con Vox no altera los grandes números del Presupuesto de Ciudadanos y de PP, pero sí hace concesiones ideológicas al relato del partido de Abascal sobre el feminismo y la lucha contra la violencia de género. En el caso de Memoria Democrática, se mantiene el presupuesto, pero sólo irá destinado a la búsqueda de fosas e identificación de los represaliados. Las organizaciones memorialísticas dejarán de recibir, al menos sobre el papel, ayuda de la Junta de Andalucía.

Vox tiene un interés especial en reducir la administración paralela de la Junta, incluida su plantilla. Éste es un objetivo compartido con Ciudadanos y con el PP, aunque éstos son más realistas. Primero, la eliminación de los entes está sujeto a un procedimiento administrativo y, segundo, hay agencias con funciones necesarias y definidas, de tal modo que el Gobierno no va a reordenar el sector público hasta que no cuente con auditorías y estudios. Ahora bien, la voluntad es adelgazarlo.

Los tres tenores

La negociación con Vox ha traído la visualización de quiénes van a ser los tres tenores de Moreno en estos cuatro años, la triada sobre la que el presidente va a asentar su poder. Quienes han participado en la negociación con Vox son los tres de Moreno: Elías Bendodo, José Antonio Nieto y Juan Bravo. A Bendodo se le suponía, es amigo personal de Moreno y tiene un perfil de fontanero del poder. No se le ha escapado ninguna negociación hasta el momento. El mismo día que cerraba el acuerdo presupuestario con Vox, firmaba otro con Adelante Andalucía para la renovación de Canal Sur. A cambio, Adelante propondrá el nombre del próximo Defensor del Pueblo, una vez que se marche Jesús Maeztu. 

Los defensores que ha tenido Andalucía se han caracterizado por ser o haber sido religiosos católicos y por su adherencia al cargo. Maeztu ha pedido estar, al menos, hasta otoño, cuando se celebra en Sevilla un encuentro de defensores que él ha organizado. No habrá muchos problemas en la sede de Reyes Católicos, y el acuerdo permite a los nuevos gestores de Canal Sur, Rafael Porras y Juan de Dios Mellado, acometer los cambios de personal y la nueva programación de la televisión y la radio este mes de julio.

Bendodo viajó a Madrid a reunirse con Iván Espinosa de los Monteros, de Vox, mientras en Sevilla se quedaba el segundo tenor: José Antonio Nieto. Aunque el ex secretario de Estado de Seguridad aterrizó en la administración de Moreno con el sambenito de haber sido el preferido de María Dolores de Cospedal, el presidente le ha dado su confianza al mando de la portavocía parlamentaria y el ex alcalde de Córdoba se ha fajado en esta negociación. Además Nieto es de los mejores oradores del grupo.

El tercer tenor ha sido inesperado: Juan Bravo, el consejero de Hacienda. Su formación es técnica, pero es muy político. Lo que le ocurre es que lo es a su manera, un tanto voluntarista, de entrenador de fútbol sala, de esos que dan ánimos a los niños con graves problemas de todo tipo en los telefilmes americanos de las tardes del domingo. En el Gobierno andaluz se echaban a temblar cada vez que Juan Bravo repetía que, si no había Presupuestos, el único culpable sería él. No sólo hay que confiar mucho en sí mismo para abrazar estos compromisos, sino en la bondad de los otros.

Bravo, el entrenador, es un magnífico orador, capaz, como El Chaqueta, de meter el presupuesto andaluz por bulería y llevarse dos horas hablando al compás. El hombre se ha ganado estas primeras cuentas. 

    

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