maternidad Un 'paraíso' para las parejas con problemas de fertilidad

A Málaga para ser madre

  • Cientos de extranjeras llegan al año a la capital de la Costa del Sol y la provincia para poder tener un hijo por el prestigio de sus clínicas de reproducción asistida

Un hijo es lo más importante en la vida de cualquiera. Y si para tenerlo hace falta cruzar fronteras, se cruzan. Y no sólo una ni dos. Las que hagan faltan. Cientos de parejas extranjeras llegan cada año a la provincia para poder ser padres mediante reproducción asistida en clínicas privadas. Vienen fundamentalmente empujadas por leyes restrictivas que en sus países les impiden acceder a técnicas que existen desde hace años. No están dispuestas a que una norma les arrebate una opción que la ciencia les da. Aunque también llegan atraídas por listas de espera más reducidas, derivadas de los mayores índices de donación de óvulos y semen existentes en España.

Proceden, entre otros países, del Reino Unido, Noruega o Bélgica, pero sobre de Italia; uno de los estados europeos con la legislación más restrictiva en materia de reproducción asistida. El perfil es el de una pareja heterosexual que necesita donación de óvulos para hacer realidad su anhelo de tener un hijo. Es la única opción para aquellas mujeres que no los producen o que tienen ovocitos de mala calidad. Pero, por ejemplo en Italia, es una técnica prohibida. Por eso las parejas afrontan un éxodo reproductivo que suma costes de desplazamiento, que les obliga a salir de su país y que les genera la angustia de hacer algo que en su tierra es ilegal.

Según datos facilitados por Clínicas Rincón, del medio millar de parejas atendidas en ese centro el año pasado, unas 400 eran italianas. En Clínica Fertia, de los alrededor de 150 ciclos realizados, la mitad fue a matrimonios de ese país. Aunque también vienen del Reino Unido y del norte de Europa. En algunos casos buscan más celeridad para someterse a los tratamientos. En otros, precios más baratos que los de su país. En el Reino Unido está permitida la donación de óvulos, pero no es anónima. Ese matiz legal, si bien no impide la técnica -como ocurre en Italia, donde es ilegal- alarga la espera porque hay menos donantes.

La directora médico de Clínica Fertia, Elena Puente, apunta que el hecho de que en España haya más donaciones de óvulos o esperma reduce las listas de espera. "Países como Noruega o Dinamarca tienen una legislación amplia en materia de reproducción asistida, pero no hay tantos donantes y eso se traduce en mayores listas de espera, lo que genera mucho estrés a las parejas. España es el primer país del mundo en donación de órganos y esa forma de pensar influye también en la donación de óvulos y semen", sostiene. En Francia, por ejemplo, la falta de donantes hace que al año en todo el país no se llegue ni a 400 casos de donación de óvulos, cuando esa cifra quizás pueda alcanzarse sólo en Málaga.

La demanda de reproducción asistida en clínicas privadas por parte de parejas extranjeras en Málaga viene creciendo desde 2004. Justamente fue en ese año cuando Italia aprobó su ley de reproducción asistida que prohíbe la donación de gametos (óvulos y espermatozoides). También hay peticiones de donación de semen de mujeres solas o lesbianas, pero estos casos son testimoniales. La abrumadora mayoría son parejas heterosexuales. Cuando un matrimonio requiere donación de óvulos, el padre aporta el semen; la donante, el ovocito y por ende la carga genética, y la madre es la que afronta el embarazo y el parto.

Las parejas que necesitan de esta técnica para tener un hijo o acceden a ella o sólo les queda la alternativa de la adopción. Los expertos en reproducción asistida siempre coinciden en el gran impacto emocional que genera en las personas la infertilidad, que puede llegar a afectar incluso las relaciones con terceros. Porque para muchas parejas, la adopción no es una salida. La única opción es tener su hijo.

Los especialistas advierten que el problema va a ir a más por el retraso progresivo de la edad de la maternidad. "Más nos desarrollamos, más sube la edad de la paciente y mayores son los problemas para la reproducción porque los óvulos envejecen", apunta el biólogo Francisco Martínez, de Clínicas Rincón. En España, la edad media de la mujer en el primer hijo roza ya los 35 años. En Italia, los 39. "Una de cada seis parejas en Europa tiene problemas para concebir y esto sólo va a empeorar", advierte Clare Lewis-Jones, presidente de Fertility Europe.

Estimaciones muy a grosso modo hechas por especialistas del sector apuntan que en la provincia las clínicas privadas cubren más de las tres cuartas partes de la demanda de reproducción asistida. El resto lo asume la sanidad pública. El gran peso del sector privado se debe a que muchas parejas españolas no quieren perder un tiempo que puede ser decisivo a la hora de tener un hijo y acuden a la quincena de clínicas que hay en la provincia, pero también a los centenares de matrimonios extranjeros que buscan en Málaga -o en Valencia o Barcelona- los beneficios de la legislación española de reproducción asistida, una de las más avanzadas de Europa. En Córdoba o Granada, por ejemplo, la demanda extranjera no existe y la diferencia entre el sector privado y el público no es tan abismal.

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