Para asistir a un teatro apadrinado por el cantautor y poeta Leonard Cohen, por el actor Russell Crowe, o incluso por el director Fernando Colomo, no hará falta irse muy lejos, ya que a partir de agosto en Laroles, en la Alpujarra granadina, contará con un espacio escénico construido con el esfuerzo de los vecinos y el empeño de la Asociación El Dragón Mágico.

El proyecto surge a raíz del sueño por construir un teatro al aire libre en el corazón de la Alpujarra y en él han participado los vecinos de este pueblo de apenas 700 habitantes (20 familias el pasado verano). Las obras, a punto de finalizar, se están llevando a cabo en la ladera de un monte a las afueras de Laroles y se han realizado restaurando una vieja era de trillar que estaba en desuso. Con objeto de implicar a todo el mundo en la iniciativa, el siguiente paso es realizar una campaña de financiación mediante el micromecenazgo o apadrinamiento tradicional usando para ello las redes sociales, y vaya si lo están consiguiendo, porque no son pocos, incluidos los mencionados celebrities, quienes ya tienen su asiento reservado (con su nombre en la butaca) tras apoyar por Twitter el proyecto.

Actores del panorama internacional como Antonio Banderas, o a nivel nacional como Eduardo Noriega y Antonio de la Torre tampoco han perdido la oportunidad de hacerse eco de la iniciativa a través de las redes sociales. Noriega menciona a través de Twitter que "en la Alpujarra están con la hermosa idea de construir un anfiteatro entre todos", mientras de De la Torre asegura que es un proyecto "muy original y maravilloso. Os deseo lo mejor". Javier Cámara tampoco ha pasado por alto la iniciativa retuiteando.

"Vivimos en una zona de enorme riqueza cultural. Laroles está situado en medio de un Parque Nacional en un entorno natural de gran belleza que, en gran parte, aún conserva la forma de vida rural y tradicional que se ha ido perdiendo en otros sitios de la Alpujarra. La gente sigue haciendo su propio vino y aceite de oliva; recogen la almendra, cultivan sus propias verduras... Pero el municipio sufre de los viejos problemas de muchas localidades del medio rural: no vamos a esperar a que no queden niños en el pueblo". Esa es la principal razón que ha llevado a un grupo de personas a levantar en pleno corazón de la Alpujarra un teatro entre todos.

La intención ahora, señala la promotora, Anna Kemp, es la de construir los 150 asientos que les faltan -ya han construido otros 150- para antes de mediados de agosto, que será cuando el teatro vea la luz "pase lo que pase". El objetivo es el de "crear un espacio cultural en un entorno espectacular, para el disfrute de todos". Un proyecto al que se han sumado numerosos particulares e instituciones, entre ellos la Fundación Federico García Lorca. Entre las ideas que tienen, quieren organizar un festival anual de teatro centrado en la figura del poeta.

"Queremos ir aumentando la programación cada año y de forma sostenible", añade Anna, quien cuenta que la idea de hacer "un teatro entre todos" viene tras la experiencia que tuvo en los años 30 una mujer inglesa, aficionada al teatro, que empezó a construir un escenario para sus producciones teatrales. El resultado fue el Teatro Minack de Cornualles, un teatro al aire libre que llegó a ser mundialmente conocido, gozando de 80.000 espectadores al año, quienes acuden no sólo para ver el teatro, sino también para disfrutar de su espectacular entorno.

De alguna manera quieren que se repita la misma historia en la Alpujarra, concretamente en la zona más oriental de la comarca, "porque esta zona comparte la misma magia". Por ello Anna Kemp, que conoció la Alpujarra trabajando en la película Al Sur de Granada, de Fernando Colomo, decidió instalarse y posteriormente movilizar a la ciudadanía para llevar a cabo esta iniciativa. "Todo es más difícil cuando hay crisis, pero hace que la gente esté abierta a ideas más atrevidas, muestra de ello es la respuesta del alcalde y la cálida acogida de la gente del pueblo al proyecto".

Con la construcción de este teatro, la localidad ganará, no sólo la unión de los vecinos por un reto, sino además un atractivo para un turismo que busca una experiencia auténtica, más si se combina con algo cultural, como es el caso.