El presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, irrumpió ayer en el escenario en el que se levantan voces especulando sobre una gran alianza o coalición entre su partido y los socialistas -como única vía para levantar un dique de contención ante el auge de Podemos- con una reflexión insólita y cuya réplica conocía de antemano: el no más rotundo. Moreno se mostró decidido a invitar a los socialistas a que participen en un hipotético Gobierno de coalición con el PP en Andalucía si su partido no pudiera hacerlo en solitario.

El líder del PP-A jugó a diseñar un decorado idéntico al que surgió de las pasadas elecciones autonómicas, cuando Javier Arenas venció pero no logró la mayoría absoluta para gobernar en solitario. En su ejercicio de política ficción, Moreno da por sentada su victoria sin la holgura suficiente, como le ocurrió a su antecesor, y para conseguir que la "bicicleta tándem" -símil que escogió para definir a Andalucía- vaya hacia delante estaría dispuesto a ofrecer el puesto de compañero de viaje al PSOE. Eso sí, con él al frente, llevando el manillar.

La llamada a la puerta de su adversario secular la haría Moreno porque el PP y el PSOE son, a su juicio, las únicas fuerzas políticas capaces de generar estabilidad. "Tenemos que empezar a trabajar juntos y a buscar puntos de encuentro".

Dicho esto, en el transcurso de una entrevista en Onda Cero, el dirigente del popular no escondió sus sospechas de que los socialistas no coaliguen con Podemos tras las elecciones.

Moreno pareció dar de esta manera una de arena tras haber dado en la jornada anterior una otra de cal, con la que soliviantó al Gobierno autonómico y al PSOE con su pretensión, hecha pública en el corazón de Europa, Bruselas, de que la Comisión Europea (CE) investigue la gestión de sus fondos en Andalucía. Los socialistas desconfían de él cada vez que habla de mano tendida, y la ven más como abierta, e incluso con el puño cerrado, dispuesta para golpear. De esta manera interpretan la visita de Moreno a Bruselas, en la que el dirigente del PP-A cometió una "traición" y "manchó" el nombre de la comunidad. El Consejo de Gobierno le exige una rectificación.

Lejos de atender esta demanda, Moreno abundó ayer en el asunto. Él considera que lo único que hizo fue decir en voz alta algo que ya hacen "muchos eurodiputados", que "ponen en duda" la capacidad de gestión de los fondos europeos por parte del Ejecutivo que preside Susana Díaz. El presidente de los populares andaluces volvió a denunciar la "ausencia de control y fiscalización" por parte del Gobierno autonómico sobre estos fondos. "Hay una mala praxis en su gestión y ejecución", remachó.

Moreno, que registró ayer en el Parlamento una proposición no de ley exigiendo la equiparación salarial de 18.000 docentes de la educación concertada que consideran que son "discriminados" por la presidenta Díaz, recordó que "cuando nosotros llevamos una iniciativa de regeneración ética democrática quien dice que no son PSOE e IU, cuando pedimos una comisión de investigación e información sobre la opacidad para clarificar los casos de corrupción quien dice que no son PSOE e IU".