Un hombre de 43 años de edad, J. C. R., fue encontrado ayer de madrugada junto a la puerta de entrada de una conocida tienda de muebles ubicada en el centro de Antequera (Málaga). El hombre presentaba un corte profundo en el abdomen. Los primeros indicios apuntan a que el desencadenante del crimen habría sido una pelea.

El cuerpo de la víctima se encontraba tumbado sobre el suelo de la calle y fue encontrado por una pareja y una vecina que se disponía a aparcar su coche en el garaje, que alertaron a la Policía. Los hechos se habrían producido sobre las 4:00 de ayer.

De inmediato se desplazaron hasta la zona varias dotaciones de la Policía Nacional que procedieron a acordonar el perímetro de los hechos y tratar de encontrar alguna pista que pudiese conducir hacia el autor o autores del crimen. El rastreo de la zona dio resultado y se localizó en las proximidades un cuchillo que se cree que pudo ser el arma homicida utilizada por el atacante, aunque este extremo es el que tratan los agentes de verificar para tener una línea de investigación más clara. Además, los agentes visitaron diferentes bares del entorno donde han realizado preguntas para conocer si la víctima había estado en ellos y en qué compañía.

Por otra parte, fuentes próximas al caso apuntaron a que el fallecido -que tenía antecedentes policiales- llevaba una especie de pistola de perdigones cuando fue encontrado, aunque este extremo no ha sido confirmado oficialmente. La zona permaneció acordonada hasta las nueve de la mañana de ayer, momento en el que se autorizó por el juez el levantamiento del cadáver.

Mientras tanto, los vecinos de estas calles no salen de su asombro por lo ocurrido, y muchos dicen no haber oído nada que les hiciese despertar o pensar que algún tipo de pelea se estaba produciendo junto a sus casas. "¿Tú te enteras de algo?", se preguntaban ayer unas vecinas a otras sin haber salido todavía del shock por lo ocurrido. Además, cundió cierta alarma entre la población antequerana por lo ocurrido, y muchos preguntaban si la Policía había realizado ya algún tipo de detención.

En la calle donde ocurrieron los hechos, aunque los operarios de limpieza habían eliminado los restos de sangre más importantes, todavía se podía apreciar en el suelo el reguero de gotas que el fallecido fue dejando, lo que hace pensar que el apuñalamiento pudo producirse en un punto distinto al que se encontró el cuerpo. También en la persiana de seguridad de la tienda sobre la que estaba recostado se podían ver algunos restos de sangre.