Juanma Moreno con una bandera de Andalucía el día de su victoria electoral.

Juanma Moreno con una bandera de Andalucía el día de su victoria electoral.

« CORRUPCIÓN »

Hay dos o tres cosas que el PP andaluz no puede permitirse si trata de cimentar un proyecto de largo recorrido y más transversal. La corrupción, con seguridad, es una de ellas. Y lo de Marbella es un asunto feo que crece con efecto bola de nieve. Tal vez en otra localidad, en el Levante almeriense o el Poniente onubense, quedaría lejos del primer plano, pero Marbella es Marbella, que diría Mariano Rajoy, y las televisiones nacionales ya le dedican tiradas interminables retorciendo cada indicio. De momento la alcaldesa no está señalada en la investigación, aunque también puede suceder que a Ángeles Muñoz la proteja su condición de aforada como senadora mientras esto avanza en la Audiencia Nacional. El PSOE ha pedido en el Senado que la investiguen. Juan Espadas se suma sin estridencias a pedir explicaciones. Los medios van acreditando sombras cada vez más turbias en la relación con el Ayuntamiento del hijo del marido de la alcaldesa, clave de bóveda de este caso de narcotráfico y blanqueo; y alguna mentira se le ha cazado ya a Muñoz al negar que su patrimonio fuera enteramente anterior al cargo. De momento la alcaldesa mantiene una agenda institucional alegre, navideña, tratando de esquivar la tormenta. Esta semana, al ser interrogada, se refugió detrás de Cáritas. Pero nadie pensó que lo suyo era Cárita sino Carita. En el PP no le han pedido el cortafuegos de renunciar a repetir... y se parapetan en tecnicismos objetivos a riesgo de que se les vaya de las manos.

La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz. La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz.

La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz.

« DESLEALTAD »

El Gobierno acude a Doñana a presentar un plan de inversiones y lo hace con un desplante a la Junta, que les había solicitado un encuentro para actuar juntos, sentando al gobierno andaluz entre el resto de invitados. Sin duda Moncloa perseguía la imagen de “ellos quieren destruir Doñana, nosotros vamos a salvarla en solitario”. En la Junta sentó muy mal esa deslealtad institucional de Moncloa pisando Andalucía con semejante prepotencia. ¿Harían algo semejante en Cataluña o Euskadi? Pues eso. Incluso Inma Nieto, portavoz de Unidas Podemos, como el propio presidente del Consejo de Doñana, Miguel Delibes, cuestionaron la deslealtad indecorosa del Gobierno Sánchez ninguneando a la Junta, con competencias arrancadas por  Manuel Chaves Zapatero. El sanchismo en realidad también ha ignorado al socialismo andaluz –los alcaldes y dirigentes socialistas de la zona dieron plantón a la ministra– para imponer sus maximalismos sin oír la voz de las realidad del lugar. Y eso es un error para diseñar bien la respuesta.  Proteger Doñana es imperativo, pero la protección pasa necesariamente por buscar unidad, no por el oportunismo dogmático.

Pedro Sánchez esta semana en Doñana. Pedro Sánchez esta semana en Doñana.

Pedro Sánchez esta semana en Doñana.

« BANDERA »

Hoy es 4D, una fecha históricamente reivindicativa sobre todo para la izquierda, hasta que Juanma Moreno recogió el guante de Alejandro Rojas Marcos y lo ha convertido en Día de la Bandera de Andalucía, un día para todos. En la izquierda se ve incomodidad al perder el sesgo ideológico de la fecha. El parlamentario comunista Ismael Sánchez Castillo dice “la derecha no rescribirá nuestra Historia” convocando a la manifa de las izquierdas, y más diplomáticamente el socialista Josele Aguilar insiste en que el PP no estuvo en 1977, pretendiendo atar el presente de 2022 a la foto de 1977, en un absurdo anacronismo que a ellos los convertiría en marxistas irreparables como eran entonces. Pero esto es 2022, y siempre estará bien que quienes cometieran errores en el pasado, hayan corregido. En todo caso, parece que a la izquierda no les preocupa tanto el 4D  como la estrategia de Juanma Moreno integrando el andalucismo en su plan para implantar un partido moderado de amplio espectro, al modo de los viejos catch-all parties. A primera vista, en la construcción de ese metapartido, se diría que el PP quiere ser el PSOE andaluz, una maquinaria poderosa que logró una hegemonía de casi cuatro décadas bajo la máxima de parecerse como ningún otro a la sociedad andaluza. Pero probablemente aspira más a ser el PNV, mezclando valores conservadores, preceptos económicos liberales y planteamientos sociales progresistas, con un fuerte prestigio simbólico pero además con influencia territorial no tan subsidiaria de Madrid como caracterizaba al PSOE-A. Juanma Moreno ha mencionado alguna vez su frustración por la influencia de los seis diputados del PNV. El presidente andaluz cree que Andalucía, de utilizar mejor su peso, podría cambiar muchas inercias. “A ver si aprendemos un poco de Cataluña y Euskadi”, enfatiza Rojas Marcos.

El parlamentario comunista Ismael Sánchez Castillo dice “la derecha no rescribirá nuestra Historia” convocando a la manifa de las izquierdas, y María Jesús Mancafinezza Montero, con su tono montaraz, añadía “Construir Andalucía no es llegar en el último minuto y convertirse; el PP siempre ha estado en contra del Estatuto de Autonomía”. Más diplomáticamente el socialista Josele Aguilar insistía en que el PP no estuvo en 1977, pretendiendo atar el presente de 2022 a la foto de 1977, en un absurdo anacronismo que a ellos los convertiría en marxistas irreparables como eran entonces. Pero esto es 2022, y siempre estará bien que quienes cometieran errores en el pasado, hayan corregido. 

Nota Bene.- El PNV, con los socialistas vascos, se inclina por no aplicar el llamado impuesto de los ricos del Gobierno Sánchez. Se admiten apuestas sobre el nivel de beligerancia con que replicará Moncloa al Gobierno vasco, después de su reacción a cara de perro contra el Gobierno andaluz. 

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