Ni esta semana ni la próxima ni la siguiente. La negativa del PP a apoyar la investidura de Susana Díaz será irreversible si el próximo sábado el PSOE les arrebata las alcaldías de Córdoba, Sevilla, Jerez o Marbella, ayuntamientos donde los alcaldes populares se han quedado en minoría. Ni Rajoy ni nadie en Génova obligará al PP andaluz, si llega el caso, a abstenerse en una votación aunque ello suponga la repetición de unas elecciones. El presidente del PP, Juan Manuel Moreno, visitó ayer San Telmo para llevarle a Díaz un conjunto de peticiones, pero la primera de ellas es que se respete  la lista más votada en los ayuntamientos, y no será así: los socialistas intentarán gobernar allí donde alcancen acuerdos. Sólo cabe la excepción de Cádiz, donde para desalojar a la popular Teófila Martínez, el PSOE tendría que votar al candidato podemita José María González, Kichi, y al día de hoy es un asunto no decidido.

"El PSOE andaluz quiere echarse en brazo de Podemos para echar al PP de las instituciones, el señor Pedro Sánchez ha dado una orden y la señora Susana Díaz va a acatarla", dijo Moreno al salir del encuentro con la presidenta en funciones, una reunión que dio para poco más de media hora. El asunto básico para el PP fue el de los ayuntamientos. Si hace una semana se podía pensar que el PSOE iba a dejar pasar a algunos de los alcaldes del PP, desde ayer está claro que tiene vía libre de ir a por todas, lo que incluiría las ciudades citadas y, al menos,  un intento en Jaén y Granada.

El PSOE, de hecho, considera que la "coincidencia programática" con el PP es del "noventa por ciento, sino del cien por cien", ya que aceptaría todos los puntos que le llevó ayer Moreno Bonilla menos la de eliminar por completo el impuesto de donaciones y de sucesiones. Los populares proponen su extinción excepto para las grandes fortunas, a las que se gravaría con un 2%. Por eso, el consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, sostiene que al PP sólo "le interesa su partido, no los andaluces". La acusación socialista es que los populares mezclan su interés municipal con el autonómico, pero en el PP opinan lo contrario, que esta última ronda de negociaciones de Susana Díaz es una coartada para lo que sucederá el lunes: gobernará donde pueda con la excepción de Cádiz capital. Sí es cierto que la presidenta le dijo sí a todos los puntos programáticos del PP.

Al ser preguntado por la posibilidad de celebrar uns nuevas elecciones, Juan Manuel Moreno contestó que sería "el fracaso sobre el fracaso", "lo nunca sucedido en España", porque un adelanto electoral se intentaría resolver con otra convocatoria. "Lo que han indicado -siguió- las encuestas de este fin de semana es que serían los partidos emergentes los que más perderían, las elecciones no cambiarían nada, tendríamos el mismo resultado, diputado arriba, diputado abajo". Moreno abundó en la teoría de la "coartada" al preguntarse por qué Susana Díaz los ha convocado a pocos días de la constitución de los ayuntamientos, con "una amenaza" sobre otras elecciones, y es que piensa que una vez producida la negativa del PP, actuará contra ellos, del mismo modo que en Cádiz se opondrá al candidato de Podemos  ante la negoativa de Teresa Rodríguez.