El Plan de Atención Sanitaria de Verano de la Junta vuelve a estar en jaque. Que en 2008 se invirtieran 65 millones de euros más que este año, el recorte del 10% de los profesionales con respecto a 2015 y las largas listas de espera -de hasta tres días para ingresar en Urgencias del Hospital Regional de Málaga por la falta de camas- fueron algunos de los ejemplos que la portavoz del PP en Sanidad, Carmen García, mencionó ayer con el objetivo de ofrecer la ayuda de su partido a la Junta para solucionar el problema sanitario en la comunidad.

Para el PP, el Gobierno andaluz "debe bajarse del burro y tener en cuenta que estamos del lado de la sanidad andaluza. Queremos dialogar para solucionar el problema", expresó García. Andalucía es, según la dirigente, la segunda región española con menos enfermeros y la cuarta con menor cantidad de médicos. Una situación que "ha llegado al límite este verano como consecuencia del déficit y la gestión raquítica del Ejecutivo andaluz", apostilló García.

La dirigente recalcó que, con estas cifras, es imposible que el sistema sanitario sea capaz de ofrecer la misma calidad y los mismos servicios que otras regiones. "El PP no quiere hacer un boicot a la sanidad andaluza ni realizar denuncias para que prolifere el sistema privado, sino tender la mano a la Junta para que se desenrosque del no y sepan que apoyamos una sanidad universal", subrayó la parlamentaria del PP.

Una muestra del acercamiento a la Junta fue el pacto por la Sanidad que el presidente del PP, Juanma Moreno, ofreció a la presidenta de la Junta, Susana Díaz con el objetivo de "dar un sí a un sistema universal, público y de calidad, pero no a lo que tenemos hoy en Andalucía porque estamos en un aprieto", destacó García.