Las encuestas dan un holgado resultado al PP en la próximas elecciones autonómicas de marzo de 2012, pero los populares no se quieren confiar. Tras la victoria en las municipales y las generales les queda la consulta andaluza y quieren concurrir presentándose no ya como alternativa, sino como la única opción de voto "útil y seguro" para que haya un cambio político en Andalucía tras tres decenios de gobierno socialista. De acuerdo con esta estrategia, el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, intervino ayer pidiendo a los andaluces que "no jueguen con el voto" si quieren que ese cambio político en Andalucía se materialice el próximo 25 de marzo, fecha en la que la formación cree que se celebrarán las elecciones.

Sanz, que mostró su respeto a la voluntad ciudadana que dio un importante apoyo en Andalucía a IU o UPyD en las pasadas generales, destacó que en las elecciones autonómicas "no se puede arriesgar la oportunidad del cambio político". "Todo aquel que quiera cambio y que no esté de acuerdo con las políticas que nos han llevado al fracaso en Andalucía, con un 30% de paro, no puede jugar con el voto porque hoy lo que necesita Andalucía es garantizar el cambio en marzo", afirmó.

El dirigente popular no cree que en las autonómicas se reproduzcan los resultados de las generales, y dijo que su formación no contempla otro escenario que lograr la mayoría absoluta que les permita gobernar. Esta previsión aleja a los populares de IU, algo en lo que siempre insiste el PSOE, tras la pinza de los años 1994-1996, el caso del nuevo gobierno de Extremadura o el bloqueo de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP). Sanz desterró la posibilidad de una alianza PP-IU y para ello se remitió a las palabras de sus coordinadores federal y regional. "Me remito a las palabras de Diego Valderas y de Cayo Lara que han dicho claramente que si tienen que garantizar que el PSOE gobierne, lo harán", añadió.