Andalucía

El PSOE arremete contra Rajoy por pedir el adelanto electoral

  • Los socialistas aprovechan la confusión en el PP por la separación de autonómicas y generales para jugar al gato y al ratón con la fecha definitiva de los comicios

El PSOE andaluz ha tomado algo de oxígeno este verano tras un año de continuo sufrimiento. Hasta el semblante de los dirigentes parece más relajado. El punto de inflexión se remonta a finales de junio, cuando el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, toma ventaja en el Debate sobre el Estado de la Comunidad al llevar a escena el sueldo de los políticos. Griñán sorprende con la maniobra de presentar su declaración de la Renta como un gesto de transparencia, lo que deja a su principal adversario, el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, desorientado sobre cómo presentar sus emolumentos durante las semanas que continúan en julio.

Ese mes concluye con el anuncio del adelanto electoral por parte del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Griñán apuesta por no contrariar lo anunciado meses atrás y mantiene que agotará la legislatura. Sólo contempla el mes de marzo, cuando se cumplen cuatro años de las elecciones autonómicas. Los populares tendrán que esperar al menos cuatro meses más para rubricar lo que le aventuran las encuestas: un cambio de gobierno en Andalucía.

El PP vuelve a encontrarse en turbulencias. A día de hoy, dos semanas después del anuncio, aún hay entre las filas populares quienes piensan que no puede ser verdad, que al final Griñán tendrá que ir de la mano de Rubalcaba.

Suceda o no, los socialistas aprovechan el desconcierto en las filas del PP. En Madrid piden el adelanto; en Andalucía siguen desorientados. La última explicación no del todo convincente se remonta al lunes. Antonio Sanz, secretario general del PP andaluz, dijo que la postura es clara a favor de elecciones separadas. Pero ocurre que Zapatero ha tardado mucho en adelantar las generales. Se entiende que el PP pide elecciones separadas, pero también adelantadas, aún cuando se ha quedado sin margen.

Las dudas del PP han dado confianza a la juvenil dirección del PSOE. Tras muchos meses de contraataque, ahora tienen la sartén por el mango. Con aparente tranquilidad, aliviados, critican los nervios del contrario. La secretaria de Organización del PSOE andaluz, Susana Díaz, convocó ayer una rueda de prensa exclusivamente para reprochar a Mariano Rajoy, presidente del PP, que se entrometa en la política autonómica y reclame, un ocho de agosto de vacaciones en Galicia, el adelanto electoral en Andalucía.

Díaz se gustó en las críticas al PP por el "lío y el ruido" con la fecha de las elecciones andaluzas y, frente a esa "ansiedad" y "nerviosismo" electoral, presentó a su partido como el reflejo de los andaluces, preocupados sólo por luchar contra la crisis económica.

Nada hubo del último envite del PSOE, otra jugada afortunada: plantear que hay de plazo hasta mayo. Díaz esquivó una decena de preguntas y dejó la margarita sin deshojar sobre cuándo prefiere las elecciones, una potestad exclusiva del presidente, recordó. Por eso sonó extraño que Díaz reclamase al PP que "abandone este culebrón de verano". No parece que le sea lo más conveniente. Tampoco propuso otro tema diferente al monotema de la actualidad política andaluza este mes de agosto.

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