Andalucía

El PSOE ofrece diálogo con todos, pero pide retirar las condiciones excluyentes

  • Donde está encontrando más dificultades para cerrar reuniones es con Podemos y Ciudadanos, partidos cuya abstención puede ser clave.

El PSOE-A ha ofrecido diálogo a "todos" los partidos con representación parlamentaria para garantizar la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta, pero ha reclamado, especialmente a Podemos y Ciudadanos, que aparten las líneas rojas y condiciones excluyentes para negociar. A diez días de la fecha prevista -16 de abril- para la sesión constitutiva del nuevo Parlamento autonómico, los partidos han intensificado sus contactos telefónicos para cerrar la ronda de contactos bilaterales que allane el camino para el complicado acuerdo que permita la investidura de Susana Díaz y el reparto de responsabilidades en la Mesa de la Cámara andaluza.

Los socialistas han comenzado este martes las negociaciones con IULV-CA, su ex socio en el Gobierno andaluz que ha reiterado su abierta oposición a la investidura. El PSOE se reunirán este miércoles con los negociadores del PP-A, su secretaria general, Dolores López y el portavoz parlamentario Carlos Rojas.

Sin embargo, donde de momento el PSOE está encontrando más dificultades para cerrar reuniones es con Podemos y Ciudadanos, partidos cuya abstención puede ser clave en la investidura. Ni Podemos ni Ciudadanos han comparecido ante los medios de comunicación, pero mantienen sus posiciones, sus "líneas rojas" para sentarse a negociar con los interlocutores del PSOE-A.

En su cuenta de Twitter, la candidata a la Junta, Teresa Rodríguez ha aseverado: "Seguimos esperando una respuesta de Susana Díaz a las medidas de sentido común que le hemos planteado. Mientras tanto, nada que hablar". Las condiciones fijadas por Rodríguez son que la Junta no contrate con bancos que desahucien a familias "sin alternativa habitacional", que reduzca el dinero que gasta en asesores y lo destine a readmitir médicos y profesores, y que los ex presidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán dejen sus escaños en el Congreso y el Senado, respectivamente.

Nada nuevo ha trascendido, por su parte, desde Ciudadanos, cuyo líder Juan Marín dejó este lunes claro que su partido no negociará si el PSOE no acepta el decálogo contra la corrupción enviado por carta a Susana Díaz, que sigue sin respuesta. El documento exige, entre otras cosas, separar de inmediato a cualquier cargo público o de partido a imputados por corrupción política, punto que ha servido a Ciudadanos para pedir la dimisión de Chaves y Griñán.

Ante estas exigencias, los socialistas han pedido a Podemos y Ciudadanos que "salgan de sus cuitas internas" y "retiren" las líneas rojas y condiciones puestas para dar comienzo a las negociaciones que hagan posible la investidura de Susana Díaz. Mario Jiménez, portavoz parlamentario, ha advertido de que el diálogo "es sentarse a hablar sin líneas rojas, sin condiciones que lo hagan imposible", ya que en su opinión lo que se puede poner en evidencia es la "ausencia" de voluntad para discutir y poder entenderse.

La presidenta en funciones, Susana Díaz, ha elegido la cadena televisiva Cuatro para avanzar en una entrevista que está abierta al diálogo "con todos", y ha concretado que no tendrá problema en asumir "lo que sea bueno" para Andalucía. Las complicaciones de Díaz han aumentado con lo dicho por el PP, el principal partido de la oposición, que votará contra su investidura y que ha defendido que las líneas rojas en materia de corrupción deben "ir más allá" de las dimisiones de Chaves y Griñán. La vicesecretaria de Organización, Patricia Navarro, ha declarado: "No será la mano del PP la que aúpe a quien quiere seguir haciendo lo mismo que durante 30 años".

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