La enésima oferta de pacto lanzada por el PP, en esta ocasión, por la austeridad en las administraciones local y autonómica, cuenta con el visto bueno del PSOE. Los socialistas dicen estar en "disposición de hablar" de los gastos de los ayuntamientos y de la Junta, y tan es así, que estarían "encantados" de firmar ese acuerdo. El vicesecretario general del PSOE-A, Rafael Velasco, así lo transmitió ayer, pero se cuestionó si ese pacto sería de obligado cumplimiento en aquellos municipios donde gobierna el PP, ya que entendió que la formación que lidera Javier Arenas "debería mirar en su casa para ver lo que está haciendo su partido a la hora de proponer asuntos".

Este interrogante lo planteó al recordar que es el ayuntamiento de Málaga capital el más endeudada de Andalucía, y cómo son las comunidades de Madrid y Valencia las más endeudadas del país, y contrapuso estos últimos casos a la gestión de la Junta. Resaltó que desde la puesta en marcha del plan de austeridad se han suprimido 114 empresas públicas, aunque "ahora el PP lo está criticando y se pone del lado de quienes no están de acuerdo con la unión de diferentes sociedades en torno a una para reducir gasto", recordó, apuntando directamente a la fusión de la Agencia Andaluza del Agua con Egmasa para formar la Agencia Pública Empresarial de Medio Ambiente.

A tenor de estas diferencias entre PSOE y PP, Velasco abogó por abrir una negociación sobre los gastos de ayuntamientos y Junta, pero realizando previamente una comparativa con el resto de comunidad, y tras su análisis, "podremos estar en disposición de firmar los pactos que se crean oportunos".

El PP insistió de nuevo en esta oferta, al entender que lo que sobran en la Junta son los gastos "superfluos" derivados de un exceso de "michelines políticos". La encargada de lanzar este mensaje fue portavoz del PP-A, Rosario Soto, que advirtió ayer que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, está "en la inopia" cuando desde el Observatorio Económico y los propios agentes sociales hayan llamado la atención al Ejecutivo sobre la necesidad de solucionar los problemas económicos y de que la solución no pasa por la subida de impuestos.

"Las políticas de Griñán son equivocadas de la A a la Z", dijo Soto, que reiteró que en la Administración andaluza "no sobra ni un funcionario" sino el 50% de la "administración política", por lo que resulta "más que necesario" la aprobación de un plan de austeridad.

Dicho plan, que no supondría recortes en la educación, sanidad y servicios sociales, se dedicaría a recortar "gasto superfluo", como el que, en opinión de Soto, supone el mantenimiento de la "administración paralela" que suponen las empresas públicas.