Al terminar la última semifinal, en la pasada madrugada, estaba previsto que el Jurado hiciera pública la lista de finalistas. La última sesión tenía un ambiente especial. En los pasillos, muchos comentarios y pronósticos.

A falta de las últimas actuaciones, que en algunos casos podían ser determinantes, los aficionados coincidían en que todo estaba bastante claro en coros y cuartetos, mientras que había dudas en las comparsas y chirigotas.

En coros, los pronósticos coincidían en que pasarán a la final Khumbayá, de Luis Rivero; La cañonera, de Faly Pastrana; y Los cabrones, de Julio Pardo. En cuartetos, la única duda era el número de los que pasarán. Se especulaba con que podían ser dos, y que en ese caso estarían Robín del Bosque y los demás de Ubrique, de Gago; y posiblemente los jóvenes de Los que están al pie del Cañón. Con menos opciones para Los polivalientes.

En comparsas, las tres principales favoritas eran Los gatos callejeros, de Los Carapapa; Los del piso de abajo, de Jesús Bienvenido; y La comparsa del genio, de Antonio Martín, que iba a cantar, ya de madrugada, en la segunda parte. Pero también se daba opciones a Lo siento pisha, no toe r mundo puede ser de Cai, de Tino Tovar, aunque no terminaron de redondear su actuación de ayer, e incluso a Los válidos, sin descartar a la comparsa de El Puerto, Al mal tiempo buena cara, ni a Catastrophic Magic band, de Juan Carlos Aragón y Los peleles del siglo XXI, de Joaquín Quiñones.

En las chirigotas se daba por prácticamente segura la presencia de Las verdades del banquero, de El Selu, en la final. También era favorita Los recortaos, de Kike Remolino, pero su actuación de semifinales, que no fue la mejor, dejó dudas, sobre todo a la espera de ver a Los optimistas, de El Love, con letra del sevillano Álvarez Seda, que cantaban de madrugada. Mejoró su cotización Contigo aprendí, de El Canijo, tras su gran semifinal de anoche. Y el grupo revelación, Los de gris, de El Lupo, también sonaban mucho. Y no se descartaba en absoluto a Los erasmus pocos y parió la abuela, de Vera Luque.

La tercera y última semifinal arrancó con el coro Los cabrones, de Julio Pardo. Fuerza en los tangos y unos cuplés simpáticos, sobre todo uno en el que vinculan a Zapatero y Rajoy con su tipo. Coro con claros aires de final.

Después llegó la chirigota Contigo aprendí, de El Canijo. Fue su mejor pase. El autor sevillano se esmeró en los pasodobles, sobre todo el primero, un alarde de imaginación utilizando todas las letras del abecedario por su orden. Más reivindicativo el segundo, vinculado a programas de televisión. Cuplés graciosos y un popurrí bien cantado para cerrar una gran actuación.

Después la comparsa de Tino Tovar, Lo siento pisha, no to er mundo puede ser de Cai, empezó fuerte con un pasodoble crítico sobre el concurso. Sin embargo, en los cuplés estos marcianos fueron a menos.

El cuarteto de Gago, que seguía, volvió a parecernos el mejor. Por entonces la noche se encaminaba ya hacia una segunda parte, en la que la comparsa de Martín y la chirigota del Love centraban la expectación, a la espera del fallo del Jurado.