Andalucía

"El 28 de Febrero fue un Dos de Mayo"

  • Javier Pérez-Royo, constitucionalista y ponente del Estatuto, subraya que ningún movimiento popular ha conseguido transformar en texto jurídico su protesta, como ocurrió en 1980

Javier Pérez Royo.

Javier Pérez Royo. / José Ángel García

Javier Pérez-Royo (Sevilla, 1944) formó parte de la comisión redactora del primer Estatuto de Autonomía de Andalucía como representante del PCE. El catedrático de Constitucional ha participado, además, en la elaboración del último Estatuto catalán, es un autor prolífico en periódicos y es un conocedor sobre el terreno de los últimos movimientos en la política vasca. Pérez-Royo mantiene que la descentralización política de España, extendida a todas las comunidades, es fruto del referéndum del 28 de febrero de 1980, pero es una realidad que proviene de los dos períodos republicanos anteriores.  

P: La Constitución Española se redacta pensando en un autogobierno para unas nacionalidades entre las que no se encontraba Andalucía. Andalucía y el 28 de febrero de 1980 rompen con esto, pero también es cierto que la Constitución no lo impedía.

R: La Constitución se hace, y fue posible hacerla, por la ambigüedad en el tema territorial, en el ejercicio del derecho de la autonomía. Pero sin ambigüedad, no se podría hacer siquiera, porque no hay ningún partido de Gobierno de España que pueda defender una Constitución territorial en el que se diferencie, de modo inequívoco, jurídicamente, la posición de Cataluña y el País Vasco sobre el resto.

Javier Pérez-Royo. Javier Pérez-Royo.

Javier Pérez-Royo. / José Ángel García.

P: ¿Ningún partido de los grandes se atrevería a eso? ¿Por qué? 

R: No hay nadie que lo pueda defender y tenga la legitimidad en el resto del Estado. Cuando se empezó a hablar de las preautonomías y comenzaron todas las críticas, con lo del café para todo y todo aquello, escribí un artículo en una de las revistas del PCE, Argumentos, en el que decía que gracias a las preaautonomías se iba a poder hacer la Constitución.

"Las preautonomías no fueron una rebaja, sino el único modo de hacer posible la Constitución"

P. ¿Por qué?

R: Porque si no se le daba garantías a las regiones, a Andalucía entre ellas, de que realmente iban a poder ejercer su autonomía, no se hubiese aceptado que la Constitución la otorgase para Cataluña y el País Vasco. Las preautonomías no fue un modo de rebajar, sino de hacer posible la descentralización política.

P: Hay destacados nacionalistas catalanes que no critican el café para todo, porque sostiene que sin ello, una autonomía sólo para Cataluña y el País Vasco, no hubiese alcanzado esos niveles de autogobierno.

R: Eso se ve en la Historia de España. La descentralización política es un correlato de la crisis de legitimización de la monarquía.

P. A ver.

R: El Estado unitario y centralista es la forma de Estado de la monarquía española, eso comienza antes de la Constitución de Cádiz, con la llegada de los borbones en el siglo XVIII. Ahí comienza el proceso de centralización, que es muy fuerte durante todo el siglo XVIII y ese proceso se reafirma después con el centralismo liberal. Esa forma de Estado entra en crisis cada vez que hay un avance del principio democrático. Pasa en el Sexenio Liberal, con la crisis de la monarquía moderada de la Constitución de 1845, que lleva a la Constitución de 1869 y, de ahí, a la crisis que desemboca en la República Federal. La segunda crisis es la monarquía de la Restauración, a la que sigue la Segunda República y el Estado Integral. Y la tercera, cuando se necesita la legitimación de la monarquía que había sido restaurada por el régimen del general Franco. Y que sabe que no puede sobrevivir si no organiza un sistema democrático en el que se incorpore ese elemento descentralizador que venía de los dos períodos democráticos anteriores, el del Sexenio, que es protodemocrático, y el otro. Sí, monarquía, pero legitimada en un Estado democrático y descentralizado, no en un Estado unitario.

P: Muchas veces se ha escrito que la descentralización política sólo era una demanda catalana o vasca.

R: Bueno, el impulso llega desde Cataluña, pero le siguen todas las demás. Ya pasó en la Primera República y pasó en el Estado Integral de la Segunda. Si no llega a producirse la Guerra Civil, antes de que se terminase el decenio hubieran estado todas. El mapa de autonomías estaba hecho según la ley del Tribunal de Garantías Constitucionales, donde se decía que debía haber un representante de las regiones autónomas y la previsión era que fuesen 15.

P: Lo que se construye a partir de 1978 no es una inventada.

R: Claro. El problema de España es que todos sabemos que debe hacerse una descentralización política, pero no somos capaces de mirarnos de frente y escribirlo en la Constitución. Y decimos eso de 'poner en marcha un proceso' y ya veremos qué irá saliendo.

P: ¿Andalucía no rompe, entonces, un consenso?

R: Sí lo rompe. La Constitución diferencia entre nacionalidades y regiones, y a través de la Disposición Transitoria Segunda define cuáles son las nacionalidades, se reconoce la experiencia autonómica de la Segunda República. A estas tres comunidades, nacionalidades, se les exime del requisito que marca el artículo 151.1 y pasan directamente a tener su Estatuto. Su arquitectura con Parlamento propio, su Gobierno... en fin, la definición de lo que es el derecho a la autonomía para las nacionalidades. Sin embargo, en cuanto a las regiones, la Constitución se queda en la nebulosa, se define la excepción, pero no la norma. Las tres nacionalidades sí están definidas constitucionalmente, las que no lo están son las regiones. Eso está así en la Constitución, porque es la interpretación inicial que se hace por parte del Gobierno de la UCD con la connivencia del PSOE. Con la boca pequeña, pero con su connivencia. Eso sí se rompe, lo rompe Andalucía. De hecho, las negociaciones de los estatutos de Cataluña y el País Vasco se negocian sin grandes problemas, y donde surgen es en Galicia y en Andalucía.

P: Galicia.

R: Sí, en diciembre de 1979 se aprueba el Estatuto de autonomía de Galicia en el Congreso en el que se le hace una rebaja considerable respecto al vasco y al catalán. Una rebaja que es una anticipación de la Loapa (Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico). Que no existía, claro, pero que es el pensamiento de García Enterría y de su escuela de administrativistas, que era la gente de la que se fiaba UCD. Estos tenían en su cabeza ya la Loapa, y eso es lo que le hacen a Galicia, su estatuto es el vasco y el catalán pasado por la Loapa. Entonces, en Galicia se monta una considerable y el Estatuto se tiene que dejar en el congelador porque si se lleva a referéndum, no sale. Se queda parado, y el 13 de enero de 1980, el comité ejecutivo de UCD dice que todos las demás irán por el artículo 143, que se ha acabado el 151. En ese momento es cuando Andalucía, que ya tenía reunidas las firmas para el 151, obliga a la convocatoria del referéndum. Las manifestaciones del 4 de diciembre de 1977 se celebran en toda España, las de Andalucía son las mayores, pero nuestra diferencia con respecto a las otras es que tuvo el Pacto de Antequera de 1978. Lo que le da continuidad a las manifestaciones de 1977 es Antequera, donde están todos los partidos, incluido la UCD.

P. ¿Por qué UCD se echa atrás?

R. La UCD es la única que lo tenía todo pensado, eso se ve en la elaboración de la Constitución, los demás no teníamos pensado nada, una idea, la verdad. En la elaboración de la Constitución, UCD no controla el momento inicial. La comisión redactora publica el proyecto el 5 de diciembre de 1978 en el Boletín Oficial de las Cortes, y ese proyecto es la máxima aproximación que se ha hecho en España al Estado federal, con excepción de la Primera República. El artículo 2 es un artículo limpio, unidad política del Estado y reconocimiento del derecho de las autonomías de las nacionalidades y regiones que intregran España, así, punto, sin patria común e indivisible, sin más candados. La autonomía municipal y provincial iba en el Título V, y el VII sólo para las comunidades. Y sólo había una única vía de acceso al autogobierno, una única forma de elaboración de los estatutos, una distribución competencial con solución federal, con una única lista para el Estado y un Senado elegido por las comunidades autónomas. A ese texto sólo se opone Alianza Popular, UCD se calla, pero el 17 de abril, en la reelaboración del anteproyecto, se procede al vaciamiento de la Constitución. UCD comenzó a reconstruir toda la Constitución, en la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional ya se le da otra vuelta de tuerca y la interpretación es ésa: vamos a tener dos nacionalidades de verdad, Cataluña y el País Vasco; otra, que es Galicia, y con el resto ya se verá. Y eso es lo que rompe Andalucía.

"Nunca ha habido un movimiento desde abajo que le gane el pulso al Gobierno de la nación y convierta en norma jurídica su protesta, eso es el 28-F"

P: Eso fue el 28 de febrero de 1980.

R: Claro, eso no lo ha hecho nadie en España, ni Cataluña ni el País Vasco. Nunca ha habido un movimiento desde abajo que le gane el pulso al Gobierno de la nación y que convierta en norma jurídica su protesta. Es que es el 55% ó 56% del censo electoral el que se manifiesta a favor, cuando en Cataluña es el 34%. El independentismo tiene el 34% del censo electoral, aquí fue el 56%. Aquello fue un Dos de Mayo.

P. ¿Cómo surge eso? En Andalucía nunca hubo un sentimiento nacional y, de repente, asoma ese movimiento popular...

R: Eso ocurre en toda España, las manifestaciones del 4 de diciembre de 1977 se producen en todas las regiones, y es que la reclamación de los estatutos de autonomía está vinculada a la propia petición de democracia. Eso estaba ya ahí, pero en Andalucía coge un empujón tremendo. En 1980 había la televisión que había, que era la del Gobierno, la UCD compró todo el espacio publicitario de la Ser, aquí no se pudo hacer nada, pero aquellos salió como un Dos de Mayo. Fue un estallido. Cuando se convocó el referéndum, Pedro Cruz, que es muy sensato, me dijo: 'Javier, no se gana en ninguna provincia'. Ese era su pronóstico, que además era el lógico, puesto que la UCD había obtenido el 33% en las elecciones generales. Le sumas a ese porcentaje, el de la abstención y no se llegaba al 50% de sí en ninguna provincia. Yo, sin embargo, creía que sí, que se ganaba en todas.

P: ¿Y eso?

R: Porque estaba en la batalla, en la campaña y había vivido cosas inimaginables. Fui a Moguer a un mitin que tenía que haber organizado Comisiones Obreras y allí no se había hecho nada, en pleno mes de febrero, a las 9 de la noche, no había nada, era un lunes, la gente estaba en los bares de la plaza viendo la tele, Estudio Estadio, y cuando se terminó, me subí en una furgoneta y empecé a hablar con el megáfono. Llené la plaza, bajaban las mujeres, allí hubo más de 300 personas, un lunes de febrero a las 10 de la noche, eso no lo paraba nadie. 

P: El Estatuto de Galicia se resuelve también con el 28-F.

R: Claro, el triunfo del 28 de Febrero es tan brutal que obliga a hacer una recomposición. En mayo se produce la moción de censura de Felipe González a Adolfo Suárez, esa moción es un correlato del 28-F, porque deslegitima a UCD. Lo que se dice es no a la parcialidad, no a la autonomía sólo para Cataluña y el País Vasco, es un referéndum nacional. En julio de 1981 se hacen los Pactos Autonómicos, y es cuando se corrige el Estatuto de Galicia, se hace el referéndum y sólo vota el 28%.

P: ¿Crees posible que, como solución a la crisis territorial actual, a Cataluña se dote de una situación singular? 

R: Yo creo que es muy difícil encontrar una solución diferenciada, porque no la aceptarían las demás. Si no lo consiguieron en el 78... Es muy complicado, es que la comunidad autónoma más importante ahora es Madrid, que no existía. Y ejerce de comunidad autónoma, ¿eh? Para arreglar la situación actual, se debe hacer con una Constitución que se atreva a solventarlo, lo que nunca se ha hecho, que se defina la estructura del Estado, que debe ser federal.

P: Pero sin diferencias. Sostienen que ellos se han ganado el derecho a esa diferencia.

R: ¿Y por qué se lo han ganado más que Andalucía? Es que nadie ha hecho algo como el 28-F. 

P: No ves a este Gobierno abriendo el melón de la reforma constitucional.

R: Esta legislatura es la de la oportunidad de volver a hacer política. Llevamos desde las elecciones del 20 de diciembre de 2015 sin Gobiernos efectivos, la derecha española no tiene la mayoría desde ese año, la tiene la izquierda y los nacionalismos catalán y vasco. Ahora, hay una posibilidad de volver a hacer política, pero ya veremos cuánto dura esta ventana de posibilidad, porque al mismo tiempo tenemos una negativa del PP, que está muy débil, porque Vox le ha hecho un daño tremendo. 

  

  

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