La Policía justificó la petición al juez de Instrucción número 4 de Sevilla para que autorizara la excarcelación de Miguel Carcaño para someterse a la P-300 en el prestigio internacional que esta prueba ha adquirido y en que ha sido utilizada por agencias como la CIA o el FBI en Estados Unidos, así como en otros países como Japón, Israel, India e incluso Cuba.

En el informe remitido al juez por el comisario jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Sevilla, José Martínez de Mandojana, se destacan especialmente los estudios realizados en Estados Unidos por el doctor Lawrence Farwell en colaboración con la CIA o el FBI. En el primero de los casos, se estudió a 14 sospechosos en investigaciones criminales o convictos que habían mantenido su inocencia, mientras que en el caso del FBI el objetivo de la investigación, realizada en el laboratorio de Quantico, consistió en probar la capacidad de discriminación de la P-300 entre agentes del cuerpo policial y personas ajenas al mismo, estudiando para ello la respuesta de la onda ante una información que sólo podía ser conocida por auténticos agentes del FBI.

En otro ensayo, el doctor Farwell estudió estímulos relacionados con los artefactos explosivos, para tratar de determinar cuáles de los sujetos que se sometieron a la P-300 tenían conocimiento específicos en explosivos y quienes no, lo que resultaba de especial interés en el campo del terrorismo. En otro estudio realizado también en Estados Unidos se logró identificar a 10 de los 12 individuos que habían simulado tener intención de realizar una acción terrorista futura.

El doctor Farwell usó la prueba en 1999 para resolver un asesinato que se había perpetrado 15 años antes en el estado de Missouri, donde la Policía sospechaba que un leñador, James Grinder, había violado y asesinado a una joven de 25 años, Julie Helton. El sospechoso aceptó someterse a la P-300 para probar su inocencia, pero los resultados concluyeron que James Grinder tenía un conocimiento específico del crimen y una semana después fue declarado culpable.

El estudio neurológico como el que se le ha practicado esta semana a Miguel Carcaño es muy frecuente por parte de las autoridades policiales japonesas, quienes realizan cada año unas 5.000 pruebas de P-300 de manera sistemática, y se ha demostrado su éxito en la investigación de los delitos. La Policía japonesa cuenta con un cuerpo de 100 agentes para la realización de estas pruebas e incluso dispone de un programa de formación específico.

La prueba también se realiza en otros países como Israel y en la India, donde un juez aceptó en 2008 la práctica del estudio neurológico como prueba en un caso de homicidio.

El informe remitido por el comisario al juez que mantiene abierta la pieza separada para buscar el cuerpo de Marta del Castillo pone como ejemplo igualmente el caso de Cuba, donde los Institutos de Medicina Legal realizan la P-300 en la fase de investigación policial y en colaboración directa con la Policía. El comisario precisa que incluso han llegado a mantener una reunión en Zaragoza con una neurofisióloga del Instituto de Medicina Legal de La Habana, con la que conversaron sobre algunas de las características técnicas de la aplicación de la P-300 en la investigación policial.

La Policía también explicaba en el extenso informe remitido al juez las diferencias existentes entre la P-300 y el polígrafo o máquina de la verdad, y hacía hincapié en que la onda P-300 no podía ser modificable por la voluntad del sujeto, ni tampoco se concluye sobre la culpabilidad o inocencia.

De la misma forma, en el caso de Miguel Carcaño, no se busca ese objetivo, la prueba sólo pretende contribuir a tratar de determinar si el cuerpo de Marta del Castillo se encuentra en la finca Majaloba de La Rinconada, como viene sosteniendo el asesino confeso desde más de un año.

El comisario lamenta al inicio de su informe que, después de cinco años de "arduas investigaciones", aún no se ha podido dar con el paradero de la joven, a pesar de las "numerosas y laboriosas" diligencias policiales que se han llevado a cabo en este sentido. Mandojana justificó la petición para someter a Miguel Carcaño a la P-300 en que "el tiempo transcurre y, por lo tanto, se acrecienta la dificultad de la labor policial para dar con el paradero de Marta del Castillo".

La Policía mostraba además su confianza en la práctica de la prueba por el doctor José Ramón Valdizán, puesto que es uno de los mayores expertos en la utilización e interpretación de la P-300, que cuenta con más de 73 publicaciones nacionales e internacionales, así como una amplia experiencia en la dirección de proyectos de investigación y en formación de otros especialistas en Neurofisiología.