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Preparados para un alud en Sierra Nevada

  • La Guardia Civil forma a monitores en métodos de búsqueda de supervivientes tras una avalancha

Agentes del Servicio de Rescate de la Guarrdia Civil inmovilizan al herido en el simulacro celebrado ayer.

Agentes del Servicio de Rescate de la Guarrdia Civil inmovilizan al herido en el simulacro celebrado ayer. / fotos: carlos gil

Las labores de rescate en alta montaña son complejas, pero si éstas tienen que realizarse cuando se ha producido un alud de nieve, la dificultad aumenta de forma considerable. El tiempo apremia. Los quince primeros minutos tras una avalancha suponen el 80% de posibilidades de conseguir rescatar con vida a la persona que ha quedado sepultada bajo la nieve. Por este motivo, organizarse de forma rápida y ordenada para poner en marcha un dispositivo de socorro es primordial. El Sereim -Sección de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil- realiza un simulacro de rescate en Sierra Nevada cada año, en el que se trabaja con voluntarios del Centro de Estudios de Deportes de Invierno, para dotarlos de una formación básica con la que poder actuar en caso de estos accidentes.

Pese a que siempre son agentes de la Benemérita quienes toman la dirección del dispositivo de socorro, la premisa es disponer en caso de emergencia de todo el personal posible para realizar una batida de sondeo en busca de personas que hayan quedado sepultadas. Pero ¿qué es y como se organiza el rescate?

La probabilidad de supervivencia es del 80% en los quince primeros minutos

Para ello, el Sereim ejecutó un taller en el área de Borreguiles en el que los voluntarios recibieron nociones básicas de cómo usar la sonda, una vara plegable que alcanza una longitud aproximada de dos metros y cuarenta centímetros, con la que se perfora la nieve para buscar a personas que hayan quedado atrapadas. La clave es aprender durante esta actividad a diferenciar si se ha encontrado algún cuerpo bajo la nieve no.

Si pasados quince minutos las posibilidades de encontrar a un accidentado con vida descienden hasta el 20%, este porcentaje, cumplidas las dos horas, es casi nulo, ya que la falta de oxígeno o la hipotermia, reducen las probabilidades de supervivencia. Por ello, una de las primeras medidas de búsqueda que se llevan a cabo, corre a cargo de los perros de búsqueda.Entrenados para encontrar a personas bajo la nieve, los perros llegan en helicóptero para hacer la batida lo antes posible.

Mientras tanto, el resto de personal se distribuye en grupos y se encarga de señalizar la zona en la que se ha producido el alud, para delimitar la búsqueda e iniciar el sondeo.

Una vez localizado el punto donde se encuentra la persona atrapada, se procede a excavar hasta encontrar al sepultado. Antes de extraerle, los servicios sanitarios deben inmovilizarle para prevenir lesiones. Posteriormente, es desplazado en camilla hasta un punto cercano donde puede ser evacuado en helicóptero. Pero, ¿qué hacer en caso de ser el que ha quedado atrapado bajo la avalancha?

Tal y como indicó el teniente del Sereim, Rubén Santos, si se trata de un alud de grandes dimensiones poco se puede hacer, pues la velocidad puede alcanzar los 300 kilómetros por hora. Pese a ello, hay tres premisas a seguir: en primer lugar, correr para intentar salir de la zona de alcance del alud, pero nunca en la misma dirección en la que desciende el mismo, sino en diagonal. Si no se consigue salir de esta zona, se deben hacer movimientos natatorios con piernas y brazos, que permitan quedarse fuera de ese perímetro. Pero si finalmente no se ha podido evitar la avalancha y es sepultado, se tratará de provocar con los brazos la mayor cantidad de aire posible, para así ganar más minutos de oxígeno y tener un mayor margen para poder ser rescatado.

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