Prisión para el acusado de matar a su mujer y al jefe de ella en Almería
La Junta insiste en la importancia de denunciar a los agresores tras el crimen de Sorbas
El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Almería ordenó ayer el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de D. G. G., el hombre que presuntamente mató el domingo a su mujer, Francisca Herrera, en Sorbas y al jefe de ésta, en Níjar, en la provincia de Almería. El detenido, que pasó a disposición judicial por la mañana, fue imputado por dos delitos de homicidio o asesinato, ya que la calificación definitiva de los hechos se determinará a lo largo de la instrucción, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
En los registros del Juzgado de Violencia, que instruirá esta causa, no consta ningún tipo de antecedentes ni de denuncias por malos tratos o amenazas entre el presunto agresor y su víctima, han precisado desde el TSJA. D. G. G., de 47 años, se entregó en el cuartel de la Guardia Civil de Níjar la mañana del domingo tras acabar presuntamente con las vidas de su mujer y el jefe de ésta disparando contra ellos. Las dos víctimas fueron enterradas la tarde del lunes.
Entretanto, la directora general de Violencia de Género y Asistencia a Víctimas de la Junta de Andalucía, Encarnación Aguilar, condenó rotundamente la muerte de la mujer y volvió a insistir en la importancia de presentar una denuncia contra los agresores para poner en marcha los mecanismos de protección de las víctimas y de los menores a su cargo, teniendo en cuenta que de las diez mujeres que han fallecido en lo que va de año en España -tres de ellas en Andalucía- por crímenes de violencia de género, sólo una de ellas había denunciado previamente a su asesino.
Según la directora general de Violencia de Género, la Junta "va a trabajar de forma tenaz para garantizar la protección y acercar a las víctimas todos los recursos públicos existentes para defenderlas de sus agresores y proporcionarles los medios necesarios que les permitan llevar una vida autónoma alejada de un entorno de violencia psíquica y física". Aguilar subrayó al respecto la necesidad de reforzar el apoyo a las víctimas y a su entorno más cercano para "vencer el miedo al agresor, desenmascararlo y conseguir que la sociedad en general se implique más en la denuncia y el rechazo a cualquier tipo de violencia".
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