Encuesta tras encuesta, la salud repite en los primeros puestos de preocupación para la población. Y la prestación sanitaria y la gestión que de ella hace la Administración Pública está marcado desde hace años como un problema que alcanza altas cotas de relevancia. Quienes conocen el funcionamiento del sistema sanitario público llevan tiempo alertando de un progresivo deterioro y los sondeos de opinión no hacen sino corroborar la realidad que se vive en los centros del Servicio Andaluz de Salud (SAS). La situación, que ha sufrido un empeoramiento durante de la pandemia, está siendo objeto del debate público. Los ciudadanos muestran cada vez más signos de hartazgo, de aburrimiento, también en Andalucía, sobre todo en Andalucía, en donde un tercio se decantaría por el sistema sanitario privado si pudiera permitírselo. Sólo los baleares son más propensos a la salud privada que los andaluces.

El desgaste de la red pública de salud es motivo de más y más inquietud para la población y lo es naturalmente también para los gestores públicos. Con dos tandas electorales en el horizonte, las municipales de mayo y las generales del final del año, el Gobierno andaluz pretende resolver uno de los asuntos que suele inclinar indefectiblemente el sentido del voto: el Gobierno de Susana Díaz lo vivió en sus carnes en la derrota de 2018.

El Sindicato Médico de Atención Primaria inició una huelga indefinida el pasado viernes y otra organización de facultativos, el Sindicato Médico Andaluz, ha convocado a otro paro el viernes 27 que la Consejería de Salud intentará frenar un día antes en una reunión con los representantes del personal. Mientras la sanidad pública sigue perdiendo fiabilidad y lo hace más en Andalucía. Los andaluces han sido los españoles que menos calificación otorgan a la Atención Primaria de la red pública. La nota de los pacientes ha sido de 5,9 puntos en 2022. En 2019, la nota fue un 7. El bajón de la pérdida de la confianza es notable.

Más dinero en Salud pero fallan las demoras de las consultas

Estas cifras, elaboradas por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp) en el informe de 2023, certifican una percepción que está en la calle pese a los esfuerzos de la Junta de Andalucía en sumar más dinero al gasto sanitario. Los dos mil millones de euros más que el SAS dedica en el presupuesto de 2023 en relación a las cuentas de hace dos años se traducen en más profesionales y mejores sueldos, sin embargo algo no acaba de funcionar. No sólo de dinero vive el hombre y menos el SAS.

Uno de los indicadores que más pesan a los usuarios del sistema público de salud en Andalucía ha sido históricamente la demora de las consultas, un problema que no acaba de enmendarse después de la pandemia. Según el informe de la Fadsp, que analiza por comunidades autónomas el barómetro sanitario del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del pasado octubre, el 65% de los pacientes andaluces que piden cita en Atención Primaria han de esperar más de una semana para la consulta, siendo el porcentaje más alto de España en este apartado.

La Junta confía en frenar otra huelga de médicos

Al igual que los ciudadanos, que muestran síntomas de perder la confianza en el sistema público, los profesionales de la salud le lanzan órdagos a la administración sanitaria por aspectos relacionados con los altos cupos de pacientes, por la precariedad y, en general, por las condiciones laborales que los contemplan. Hay sin embargo conversaciones en curso. La consejera de Salud y Consumo, Catalina García, anticipó el lunes “buenas noticias” sobre las negociaciones con el Sindicato Médico Andaluz para evitar la huelga convocada para el viernes 27 de enero en protesta por la situación de la Atención Primaria.

“Tenemos varios frentes abiertos: uno es la negociación con el Sindicato Médico de Andalucía, que creo que vamos a llegar a buen puerto. Yo creo que en esta semana podemos tener buenas noticias”, explicó la consejera, quien recordó que hay convocadas dos mesas de trabajo para tratar los problemas en la Atención Primaria, la mesa sectorial del 26 de enero pedida por los sindicatos y la del 31 de enero con las sociedades científicas.

Con el mismo tono optimista se expresó ayer el presidente de la Junta, Juanma Moreno, quien aseguró que su gabinete y el Sindicato Médico Andaluz están “cerca” de lograr un acuerdo que pueda traducirse en la renuncia a la huelga prevista para el viernes. En una rueda de prensa ayer en Jaén, Moreno se dijo con una “visión optimista” y confía en que finalmente no se produzca el parón de los facultativos.