La barrera contra el narcotráfico instalada en el río Guadarranque, entre las localidades gaditanas de San Roque y Los Barrios, sufrió la madrugada de ayer un sabotaje, apenas tres meses después de ser estrenada. Los autores del sabotaje efecturaron un corte limpio con una máquina en una de las barras transversales que unen los 25 pilotes que conforman la barrera.

Según informó el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Agustín Muñoz, tras el aviso de la Guardia Civil, la Secretaría de Estado de Seguridad se ha puesto en contacto con la empresa que ha construido la barrera, que "con prontitud" restablecerá el elemento dañado para que esté "en pleno funcionamiento" lo antes posible. Mientras tanto, se ha reforzado el control y la vigilancia en la zona con patrullas de la Guardia Civil, para evitar que las redes de contrabando y narcotráfico aprovechen la circunstancia para volver a utilizar esta vía para realizar sus desembarcos.

El dispositivo para frentar el tráfico de droga en la zona se estrenó hace meses

Para el subdelegado del Gobierno, el hecho de se haya producido este sabotaje demuestra que este sistema "ha hecho daño" a estas organizaciones y es "eficaz" en la lucha contra el narcotráfico.

La barrera se construyó para evitar que los criminales introdujesen cargamentos de droga en lanchas rápidas para descargarla en los narcoembarcaderos construidos de forma ilegal en los márgenes del río. El proyecto, que contó con un presupuesto de 231.394 euros y fue ejecutado por la entidad pública Tragsa, consta de 25 pilotes de acero de 80 centímetros de diámetro y 1,2 centímetros de espesor rellenos de hormigón y fijados sobre el lecho del río a una profundidad de hasta 15,10 metros para mantener su verticalidad y con un separación entre sí de unos 2,4 metros. Los pilotes están unidos por unas barras transversales, una de las cuales es la que fue objeto del sabotaje con un corte limpio.