Definitivamente, se los ha tragado el mar. Para siempre. 23 inmigrantes más se suman a la innumerable lista de personas que han perdido la vida intentado llegar a las costas andaluzas a bordo de una patera que salió días antes de algún punto del norte de África. Salvamento Marítimo decidió finalmente desactivar el dispositivo de búsqueda. Un portavoz del organismo informó ayer de que tras el análisis de los rastreos realizados sin éxito durante los tres últimos días en la zona que se presuponía que podrían estar los inmigrantes se ha decidido retirar los medios marítimos y aéreos de forma definitiva.

Había pocas esperanzas -prácticamente ninguna- de encontrar restos de la tragedia. Algunos de los 29 supervivientes que viajaban en la embarcación relataron al llegar sanos y salvos al puerto de Almería que muchos de sus compañeros de viaje -entre ellos algunos niños y bebés- cayeron al mar.

Salvamento Marítimo centró ayer sus últimos esfuerzos en localizar los cuerpos que pudieran encontrarse "semihundidos". Pero no hubo señales. Uno de los patrones del Salvamar Denébola explicó que estas personas "por lo general se suelen ir al fondo porque, a no ser que lleven un elemento que los mantenga en superficie, al ser personas que pasan mucho frío se abrigan en exceso y cuando la ropa se moja es difícil no hundirse con tanto peso". Este miembro del dispositivo de búsqueda dijo que "si ya es complicado encontrar a una persona viva con la cabeza fuera del agua y a flote, es casi imposible con una que ni siquiera mantiene la cabeza fuera".

"Es casi imposible que después de tanto tiempo hayan podido sobrevivir. Localizar cadáveres es complicado pero es casi la única opción que se tiene", añadió. Pero ni eso. No se encontraron cuerpos.

Las buenas noticias llegaron ayer del hospital Torrecárdenas, donde el bebé que permanecía en la UCI pasó ya a planta. La mujer embarazada que llegó junto al menor y otras tres más que ingresaron posteriormente en este centro sanitario de la capital continúan también en planta a la espera de recibir el alta médica. En los últimos días ya han recibido el alta otras tres mujeres.

El coordinador de Cruz Roja en Almería, Francisco Vicente, aseguró que, tras su ingreso en un centro de acogida, "hay que dejar solas a las madres de los niños desaparecidos, dejarlas solas para que asuman la situación", y aceptar así la pérdida en el mar de sus bebés. Cruz Roja se hará cargo de siete de las mujeres rescatadas de la patera en la que viajaban 29 subsaharianos, interceptada a unas 23 millas náuticas de la costa almeriense, aquellas que se encontraban embarazadas, así como de la madre del único bebé superviviente.

"Las mujeres que ya están en los centros están bien atendidas y el resto están en el hospital, desde donde previsiblemente esta misma semana pasarán a estos centros" indicó Vicente, quien ha atendido en calidad de psicólogo a varias de ellas junto al resto de voluntarios del equipo de emergencias de Cruz Roja. "Les hemos dejado un móvil para que puedan comunicarse y desahogarse con sus familiares. Ahora tienen que recuperarse y afrontar lo que ha ocurrido, poco más se puede hacer", señaló el coordinador.

"La mayoría de las mujeres están muy mal, llorando mucho, gritando, agarradas a las prendas de sus niños y clamando que le diesen a sus hijos", relata Francisco Vicente, al tiempo que asegura que "algunas asumían en parte la pérdida y preguntaban si iban a ser rescatados, si los estaban buscando con la esperanza de que hubiesen encontrado a los niños. Les hemos dicho que se llevan a cabo labores de búsqueda pero que la posibilidad de encontrar a un bebé eran casi nulas".