Sólo la duquesa los une. Sólo el legado de Luisa Isabel Álvarez de Toledo, duquesa de Medina Sidonia, consiguió dar una tregua durante unos minutos en un Parlamento que, con cinco partidos, es más interesante, rico y eficaz que aquella Cámara donde sólo brillaban los duelos entre Arenas y Chaves y, luego, entre Arenas y Griñán. Más interesante, pero igual de crudo, y a veces muy agrio. La falta de sintonía personal entre la presidenta Susana Díaz y la líder de Podemos, Teresa Rodríguez, es un factor que sobrevuela por encima de los dos partidos. Rodríguez preguntó ayer a Díaz por la cantidad de dinero que la Junta ha tenido que devolver al Gobierno central por la ausencia de cursos de formación, y como no obtuvo la respuesta requerida en una primera intervención, anunció que su grupo solicitará la presencia de la presidenta en la comisión de investigación del fraude de formación. Susana Díaz tendrá que comparecer ya que el PP también lo solicita, y ambos partidos suman mayoría, pero Teresa Rodríguez decidió no oír la segunda parte de la respuesta de la presidenta porque se dedicó a hablar con su compañera de bancada mientras la interpelada hablaba. Y se cansó: "Cuando acabé esta sesión y usted esté menos distraída, si quiere, se lo explico".

No se llevan nada bien Díaz y Rodríguez. El Parlamento se está dividiendo en dos. De un lado, el PP y Podemos, junto a IU aunque los de Antonio Maíllo no comparten las tácticas de oposición de batalla como las de ausentarse del pleno; de otro, el PSOE, el Gobierno y Ciudadanos, que de momento está obteniendo lo que Juan Marín desea del Ejecutivo. Susana Díaz se comprometió a que en esta legislatura cambiará la ley electoral de Andalucía para dar cabida, según la presidenta, a las listas desbloqueada, una mayor proporcionalidad y la segunda vuelta, aunque esto último es bastante difícil porque habría que cambiar un sistema parlamentario de representación por otro presidencialista, y no parece que ése sea el sentido del Estatuto ni de la Constitución. Marín también solicitó que se retire el aforamiento de los parlamentarios autonómicos, pero en su respuesta Díaz fue poco concreta, se manifestó a favor, pero concluyó con que eso es un asunto de responsabilidad de todos los parlamentos, lo que en la práctica supone esperar el cambio desde Madrid.

Antonio Maíllo tampoco mantuvo buena relación con Susana Díaz cuando IU estuvo en el Gobierno, y aún queda resaca. Ayer le dijo: "Usted iba para reina, pero se quedó con peón del Íbex 35 y de Ciudadanos". Pero nada comparado con el líder del PP, Juanma Moreno, a quien acusó de "temblarle las piernas" por la ramificación del caso Gürtel en Andalucía.

Sí, hubo un momento de tregua. El Parlamento aprobó, por unanimidad, una resolución a favor del mantenimiento en Sanlúcar del archivo ducal de Medina Sidonia, ahora que los herederos de la fallecida duquesa roja están pleiteando en un juzgado de la localidad para quedarse con la titularidad de tesoro medieval que Luisa Isabel Álvarez de Toledo puso en manos de una fundación para que nunca fuese desgajado ni trasladado.