Andalucía

Susana Díaz y Juan Manuel Moreno prueban la capacidad para entenderse

  • La presidenta y el líder del PP difieren en la necesidad de un plan de empleo del Gobierno central. El PSOE quiere residenciar los pactos en el Parlamento, donde no está Moreno.

Hasta se intercambiaron sus números de teléfono móvil. La reunión entre la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y el nuevo líder del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla, fue cordial. Ése es el adjetivo que emplearon ambas partes para calificar la entrevista de una hora que mantuvieron ayer los dos dirigentes en San Telmo, y que servirá para poner a prueba la voluntad pública de diálogo de los dos. Eso es lo que mantienen, que quieren pactar, y, aunque en las formas estuvieron de lo más cordiales, los recelos existen. No obstante, el nuevo PP de Juan Manuel Moreno se estrena con una mano tendida a Susana Díaz que se ha materializado en la proposición de varios pactos. El líder del PP andaluz, por ejemplo, no seguirá enarbolando el caso de los ERE como bandera de oposición, aunque no renuncia a la denuncia de la corrupción y, de hecho, ha solicitado a Díaz una auditoría general a todos los departamentos implicados en las irregularidades. Aun así las diferencias con el periodo de Juan Ignacio Zoido son notables. Al ser preguntado si asumía la tesis de su antecesor sobre la implicación indirecta de Díaz en el caso de los ERE por ser militante del PSOE y por haber participado en el Gobierno de Griñán, dijo: "Actualmente, no tiene que dimitir".

A los pocos días de conocerse que Moreno era el elegido de Rajoy, hace un mes, éste declaró en Cortegana que al igual que el PSOE solicitaba en Navarra la dimisión de su presidenta, Yolanda Barcina, por la implicación de su consejera de Hacienda, Susana Díaz debería hacer lo mismo. Horas después, un portavoz popular mantuvo que Moreno no pedía la dimisión con esta pregunta. Ayer lo dejó más claro aún.

Al finalizar el encuentro, Moreno bajó a la sala de prensa del Palacio de San Telmo, algo que sí solía hacer Zoido, pero no Arenas, que nunca dio ruedas de prensa en la sede de la Junta y que, además, se negaba constantemente a que sus encuentros con el presidente quedaran plasmados en imágenes de los fotógrafos y de las cámaras. Moreno habló de "consensos básicos", de "dejar la confrontación" y de "puentes de encuentro" entre el PSOE y el PP, y recurrió a ello porque, según explicó, la gente se lo pide por la calle. Ésas son las formas; en el fondo, hay que esperar, porque dos aspectos separan, de momento, a los dos partidos para alcanzar un acuerdo. Primero, el Gobierno andaluz quiere que los pactos se sustancien en el Parlamento, la Cámara donde no está el nuevo líder porque no es diputado autonómico. Y, segundo, el PP no incluye a IU en sujeto de estas negociaciones. Según Moreno, los dos partidos con vocación de Gobierno son el PP y el PSOE, por lo que sobraría la formación de izquierdas, socio del Ejecutivo de coalición.

Pero hay algunas diferencias más. El PP acudió a la entrevista con una "agenda reformista", un total de cinco puntos sobre empleo, educación, fiscalidad, administración y regeneración pública. Y sobre el empleo surgió el primer desencuentro, ya que el Gobierno andaluz ha solicitado al central que apruebe y financie un plan de empleo especial para Andalucía como el que han tenido Canarias y Extremadura. Moreno no accedió a ejercer de correa de transmisión, porque entiende que la Junta es la expresión del "autogobierno", tiene "decenas de competencias" sobre la materia y maneja un presupuesto de 31.000 millones de euros. En definitiva, que el líder popular no contempla hacer partícipe de dicho plan al Gobierno central. "Yo vengo a hablar de Andalucía", manifestó Moreno al ser interrogado sobre si iba a solicitar esto a Madrid.

Canarias recibió en 2012 un total de 42 millones de euros por este plan especial contra el paro del Gobierno central. Extremadura, la otra beneficiada, sólo obtuvo cuatro millones de euros. Un portavoz del Gobierno andaluz comentó al respeto: "Es preocupante que no se haya movido un ápice de esa postura, se podía haber apuntado un tanto si se hubiese sumado a la Junta".

El líder del PP sí mantuvo que su partido apoyaría la ley de transparencia de Andalucía y que prueba de ello era que su partido no había presentado ninguna enmienda a la totalidad. "Eso significa que es una oposición constructiva y proclive al acuerdo", dijo sobre esta ley que se aprobará este mismo año.

Como prueba de buena voluntad, el Gobierno andaluz solicitó al PP que vuelva a la mesa de diálogo que se abrió en el Parlamento para tratar sobre acuerdos generales y le pidió que incluyese a IU en sus planes. "No entendemos la vocación del PP de dejar fuera a IU", aseguró el portavoz del Ejecutivo de coalición, Miguel Ángel Vázquez al término de la reunión. La intervención del portavoz estuvo lleno de suspicacias. Así, Moreno Bonilla indicó que le gustaría que sus encuentros con Susana Díaz tuvieran una cadencia mensual. Pareció que se lo había solicitado en la entrevista, por lo que Vázquez dijo: "Me da la impresión de que el señor Moreno ha dicho aquí cosas distintas a las que ha comentado arriba". Y por arriba se refería a la oscura sala de protocolos donde la presidenta suele recibir a las visitas, oscura por el papel, claro, no porque no trascienda lo que ocurra allí. Moreno ofreció una rueda de prensa después que duró casi tanto como la entrevista debido a la concatenación de preguntas de los periodistas.

Díaz descarta reunirse con Moreno una vez al mes. Según el portavoz del Gobierno, los encuentros se producirán cuando se vea necesario, pero no tendrán una regularidad. "Esto no va a ser un vis a vis, y desde luego Izquierda Unida no estará fuera de las conversaciones". Desencuentros.

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