Análisis

Susana Díaz, un inesperado salvavidas

ESTABA la ciudad de Cádiz necesitada de buenas noticias y de pronto, sin esperarlas, comienzan a lloverle una tras otra de la mano de Susana Díaz. Quién iba a decir que sería la Junta de Andalucía, cuyo 'debe' con la capital gaditana se ha ido ampliando año tras año, la encargada de traer la buena nueva a base de compromisos con proyectos ciudadanos, en muchos casos paralizados desde hace años.

Ya puestos, la reunión celebrada ayer en el Ayuntamiento de Cádiz entre el alcalde, José María González (Podemos) y Susana Díaz (PSOE), iba camino de ser un mero encuentro sin mayor trascendencia. De todos es sabido que las relaciones andaluzas de estas dos formaciones no son las más adecuadas para cerrar en positivo un encuentro a dos. Y más cuando hablamos de Cádiz capital, donde la bronca entre la nueva formación de izquierdas y el clásico PSOE está a la orden del día. Más bien, el previsible resultado del encuentro era: yo te cuento mis problemas y todo lo que tu administración adeuda a esta ciudad (González) frente al yo te recuerdo todas las puñaladas lanzadas contra nosotros y todos los intentos de diálogo que los míos han intentado en este año y pico con vosotros (Díaz).

Sin embargo, la entrevista entre los dos dirigentes políticos ha resultado ser muy fructífera para los intereses del conjunto de los gaditanos. Se han puesto sobre la mesas la mayor parte de los temas que ambas partes tenían pendientes y, a la gran mayoría, se le han dado soluciones: con fechas y fondos presupuestarios, que al final es lo que cuenta.

Susana Díaz, para alegría de la ciudadanía y, sobre todo, para alegría y respiro de José María González, ha puesto sobre la mesa el compromiso firme de la administración regional para sacar adelante casi todo lo que tenía pendiente la Junta en la capital. Podíamos dudar de ello, pues compromisos esta ciudad conoce muchos y la mayoría incumplidos, pero da seriedad a lo dicho ayer en San Juan de Dios que se ponga fecha y presupuesto para su ejecución y que la propia presidenta se ponga como tarea volver en diciembre para ver el grado de cumplimiento de todo lo dicho.

Si en diciembre hay ya realidades, Susana Díaz se apuntará un importante tanto en una ciudad a la que la Junta debe tanto. Es cierto que le da oxígeno al gobierno de Podemos, pero a la vez engrandece la figura de su presidencia, pues apuesta por la ciudadanía antes de que por sus intereses ideológicos y políticos. Y, también, desactiva a los críticos del socialismo gaditano que esperan ansiosos la caída de los hombres y mujeres de Díaz en Cádiz para ocupar el poder.

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