Andalucía

Trebujeneros en Bélgica

  • Temporeros del municipio gaditano acuden a la región de Sint-Truiden, centro neurálgico de la agricultura belga, para trabajar durante tres meses en la recolección de la pera

Por primera vez en su vida, Dolores Ramírez, una parada de Trebujena (Cádiz) con cuatro hijos, ha viajado en avión. Por primera vez en mucho tiempo, esta desempleada que no cobra ninguna ayuda desde hace más de un año, ha dormido fuera del pueblo. Ha sido este fin de semana gracias a la primera experiencia que gestiona el Ayuntamiento de Trebujena para los parados que estén dispuestos a trabajar, siquiera unas cuantas semanas, en el extranjero.

Junto a Dolores, otros 23 desempleados de esta localidad gaditana se encuentran desde ayer en la región belga de Sint-Truiden para trabajar casi tres meses -67 días efectivos- en la campaña de recogida de la pera. Les acompañan el nuevo alcalde del municipio, Jorge Rodríguez, y su predecesor en el cargo, Manuel Cárdenas, recientemente nombrado delegado territorial de Fomento, Vivienda, Turismo y Comercio de la Junta de Andalucía en Cádiz. El regidor que se estrena como tal en estas semanas recuerda que Cárdenas viajó a Bélgica y Holanda hace ahora algo más de un año para tramitar la consecución de puestos de trabajo en las campañas de recogida de frutas. En la nueva visita, que será de un par de días, aparte de arropar al primer grupo de temporeros en su llegada a Sint-Truiden, ambos responsables públicos comprobarán in situ si se cumplen las condiciones de alojamiento y trabajo acordadas, y se reunirán con empresas interesadas en contratar a más empleados españoles.

Trebujena ronda el millar de desempleados y en la bolsa de trabajo promovida por el Consistorio para esta iniciativa laboral hay inscritos más de 450. El alcalde cuenta que en la lista hay de todo: desde desempleados agrícolas, de la construcción y del sector sanitario hasta jóvenes con carreras universitarias en paro, pasando por vecinos que se vieron obligados a buscarse la vida fuera de España hace ya más de 20 años. Los hay de todas las edades y con más o menos cargas familiares. La comisión municipal que ha seleccionado a los primeros afortunados no lo ha tenido fácil.

En este grupo de 20 hombres y cuatro mujeres van tres matrimonios con situaciones económicas especialmente precarias en plena crisis. Y, como recuerda el alcalde, la "experiencia piloto" la disfrutó meses atrás precisamente una pareja del municipio, que consiguió regresar con 5.500 euros limpios por poco más de dos meses de trabajo. Por eso Elena ha animado a su cuñada, Dolores, para que aproveche esta oportunidad. "Me ha contado que el trabajo es muy duro, que se echan muchas horas, que se trabaja lloviendo, pero que merece la pena, porque al final te traes un dinerito curioso a casa", afirma Dolores, quien no para de referirse a su niño de dos años y medio, que se quedará en Trebujena bajo el cuidado de su hija mayor de edad.

Los temporeros elegidos han pasado ya su primera noche en la pensión que regenta una empresaria con la que Cárdenas ya hizo en su momento las gestiones oportunas. Para la convivencia de estos meses, será cuestión de organizarse. En cuanto al trabajo, saben que tendrán que rendir entre ocho y diez horas diarias de lunes a sábados o incluso domingos. "Estas campañas son así también en España", comenta Juan Jerónimo Rodríguez, un empleado forestal en paro que ha trabajado en todo el país y que ahora también pisa suelo belga. Quejoso porque, al ser soltero sin hijos, no pudo acceder a ninguna ayuda cuando agotó su prestación, no se lo pensó dos veces cuando le comunicaron que había sido seleccionado. Incluso, al igual que otros desempleados del grupo, sueña con prolongar su estancia si encuentra algún trabajo relacionado con la actividad forestal en Bélgica u Holanda. "Aquí no hay nada", sentencia.

El alcalde parece ilusionado con las gestiones que sigue haciendo el Ayuntamiento a fin de promover más puestos de trabajo para los vecinos del pueblo en la misma región del norte de Bélgica, donde las campañas de la pera, la fresa, la manzana y demás frutas prolongan las posibilidades de actividad laboral en Sint-Truiden hasta ocho meses al año. De hecho, el Consistorio ya tiene comprometida la contratación de entre cinco y diez parados más para dentro de dos semanas, al tiempo que estudia ofertas de empleo del sector industrial.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios