Andalucía

Vítores para el juez entre gritos de "asesino"

  • El magistrado, que se ha esforzado en desenmascarar al imputado desde el inicio, es recibido con aplausos

Y José Bretón se sentó ayer al fin a declarar como presunto autor del asesinato de sus dos hijos, un crimen execrable que lo mantiene en la cárcel aislado del resto de los presos comunes para salvaguardar su integridad física. Durante el interrogatorio, Bretón volvió a pasar de puntillas sobre el paradero de sus dos hijos e, insensible e imperturbable como en tantas ocasiones anteriores, volvió a preocuparse por su propia situación personal.

El acusado no fue capaz de ofrecerle al juez una versión coherente de la hoguera en la que supuestamente quemó a sus dos hijos, pero sí le pidió que le cambiara el régimen que lo mantiene aislado del resto de los reclusos, aburrido y sin posibilidades de alternar en los corredores o en el patio.

Mientras se quejaba de su situación, medio centenar de personas exigía desde fuera de los juzgados, precisamente, que el magistrado instructor, José Luis Rodríguez Lainz, permita que Bretón se mezcle con los presos comunes, ladrones, maltratadores y traficantes de droga entre los que, según insisten desde Instituciones Penitenciarias, "no dudaría ni cinco minutos". "Cobarde" y "asesino" fueron algunas de las proclamas que se vociferaron contra el imputado, entre otras contra sus familiares y cánticos para exigir "cadena perpetua".

El portavoz de la plataforma Justicia para Ruth y José, Antonio Santiago, insistió en que "nada" espera ya del sospechoso. "Sólo confiamos en que Rodríguez Lainz lo eche abajo con sus argumentos. Tenemos muchas expectativas puestas en el juez", confesó Santiago, un ciudadano anónimo involucrado en esta causa pese a que nunca conoció a la madre de los niños. El colectivo está ahora volcado en una recogida de firmas para que el Ayuntamiento dedique un parque a los hermanos. "Hay que encontrar el lugar adecuado", dijo.

José Luis Rodríguez Lainz se convirtió ayer por la tarde en el objetivo de numerosas alabanzas por su investigación concienzuda y milimétrica, por sus autos reveladores y su intuición para sospechar de Bretón desde el primer momento.

La abogada de la acusación particular, María del Reposo Carrero, se refirió a él como un "pedazo" de profesional, y los miembros de la plataforma lo recibieron con aplausos, cánticos de "Justicia" y gritos de "Tú sí que vales". Un ciudadano anónimo, incluso, se acercó al magistrado con la intención de estrecharle la mano; él, serio y cabizbajo como siempre, rechazó tal efusividad.

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