Que soplan aires de cambio no ya sólo en el seno del PSOE andaluz, sino también en el de la Junta, es algo que apenas pone alguien en duda. A la transformación de la dirección del partido le seguirá otra en la Administración autonómica al más alto nivel. Fue el propio Gaspar Zarrías, número dos de Manuel Chaves mientras éste estuvo al frente del Ejecutivo andaluz y hombre fuerte del partido, quien ayer se mostró convencido de los cambios, "muy importantes", que en su opinión está "madurando" el presidente de la Junta.

Zarrías, secretario de Estado de Política Territorial, que acudió a Sevilla a la celebración del 28-F, no duda de que Griñán va a llevar a cabo una profunda remodelación del organigrama gubernamental. "Creo que es el objetivo claro que tiene Griñán y que lo llevará a la práctica en las próximas semanas", aseguró el también secretario de Relaciones Institucionales del partido socialista.

Con el congreso extraordinario del PSOE-A en el horizonte (se celebrará los próximo 12 y 13 de marzo), Zarrías hizo hincapié en que el nuevo secretario general del partido en Andalucía "hará equipos en los que combinará la savia nueva con la experiencia, porque ese ha sido el devenir del PSOE en su historia". El dirigente socialista indicó que los cambios se realizarán "en aras a una mayor operatividad y efectividad" con el objetivo de que el PSOE-A siga siendo el "gran partido" de los andaluces.

En realidad, Zarrías no hizo sino abundar en lo ya anunciado por el propio Griñán el día anterior, al admitir que se producirá una reconversión a fondo de las consejerías, con una reducción importante de su número y una redistribución de las competencias. Ese recorte de departamentos, en palabras del jefe del Ejecutivo, no está relacionado con la persecución de un mayor ahorro en el coste que suponen los altos cargos, cifrado en 17 millones de euros anuales, sino que responde a criterios de "eficiencia, fortalecimiento y descentralización de la gestión.