Andalucía

El menor acusado del asesinato de la niña de Arriate se declara inocente

  • Su abogado sostiene que contra el joven sólo existen "meras sospechas" y que se están cebando con él

El menor acusado del asesinato de la niña María Esther Jiménez, de 13 años, en Arriate (Málaga) ha vuelto a proclamar su inocencia. Ayer, en la primera jornada del juicio y como ya lo hizo en junio ante la Fiscalía, declaró que no tenía nada que ver con dicha muerte. Su comparecencia apenas duró 45 minutos y según los testigos, estaba tranquilo. La vista se celebró a puerta cerrada por tratarse de un menor, ya que el joven imputado tiene 17 años. De ahí que no hayan trascendido el contenido de las declaraciones. Sin embargo, la abogada de los padres de María Esther, Bárbara Royo, aseguró que "se ha caído la coartada" del menor por las contradicciones entre los testigos que la respaldaban. Ayer declararon los padres del acusado, sus hermanas, los progenitores de la víctima y amigas de la niña.

El letrado de la defensa, Andrés Gálvez, pidió la suspensión del juicio debido a la existencia de una serie de pruebas que fueron propuestas de forma tardía, pero su solicitud fue desestimada.

Después fue el turno de los testigos. La abogada de la acusación eludió dar detalles porque el sumario es secreto, pero al acabar la primera jornada del juicio señaló: "Desde mi punto de vista, la cortada se cae porque se contradicen entre ellos", en alusión al testimonio de los testigos de la defensa. El abogado del acusado, en cambio, defendió su inocencia porque "nada indiciariamente demuestra lo contrario". En su opinión, sobre "meras sospechas" se pretende "construir el castillito". Gálvez avanzó que pedirá la absolución del menor. La Fiscalía y la acusación particular solicitan ocho años de internamiento y cinco de libertad vigilada, que es la pena máxima que puede solicitarse para un menor.

El letrado del acusado insistió en que no se está respetando la presunción de inocencia. "Se están cebando con el menor y deberían darle la oportunidad de demostrar su inocencia". Incluso llegó a afirmar que solo falta que le acusen "de la muerte de Manolete". "En todo caso, que modifiquen la Ley del Menor, pero que no deben cebarse con él", argumentó. Según las previsiones, el juicio debe acabar mañana. Hoy justamente vence el periodo tope de nueve meses de internamiento del menor. La abogada de la familia de María Esther ha solicitado que se establezca un régimen distinto al cerrado, pero en el que el menor también esté vigilado.

Para el letrado del acusado, esta medida no procede porque el joven no tiene antecedentes y no hay riesgo de fuga ni de que desaparezcan pruebas. Hasta ahora, el menor ha estado recluido en un centro de internamiento desde que fuera detenido por la Guardia Civil el 3 de febrero pasado, dos semanas después de que fuera hallado el cadáver de la niña en la caseta de una piscina en las afueras del pueblo.

Los padres de María Esther también declararon ayer. La madre, María del Carmen Villegas, reconoció que "es duro tener al presunto asesino a un metro y tan campante", pero añadió que tenían que estar ahí "por nuestra hija". El padre, Juan Jiménez, admitió que sintió "rabia" porque vio al acusado "tranquilo". Incluso lamentaron que los padres del acusado hayan pasado a su vera y no les dijeran "lo siento". Los progenitores de la niña asesinada agradecen que la Fiscalía pida también la pena máxima prevista por la ley, pero insistieron en que para ellos es "mínima" porque, si es condenado, el joven como mucho quedará en libertad en ocho años.

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