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Andalucía

En alerta pese a las lluvias

  • El año hidrológico termina con un descenso del agua embalsada por cuarto año y sin apenas recuperación por las lluvias de octubre, aunque las previsiones son optimistas

Las lluvias de octubre apenas han repercutido, por ahora, en la situación de los embalses. En la cuenca del Guadalquivir, que abastece a algo más de la mitad de la demanda, el valor medio ha sido de 30 litros por metro cuadrado, lo cual "no ha significado un incremento importante de recursos", se afirma desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). Lo mismo dice Antonio Rodríguez Leal, director de la Cuenca Mediterránea, que cubre las costas de Málaga, Granada y Almería: "Las lluvias han caído en dos o tres puntos localizados, y, por ejemplo, el embalse de la Viñuela, que abastece a Málaga capital y la Axarquía, no se ha visto afectado en nada".

A nivel general, los pantanos andaluces registran un descenso de agua embalsada por cuarto año consecutivo. Las reservas se sitúan en un 30,91%, un 3,73% menos que en 2007. Están muy por debajo de la media de los últimos nueve años, cifrada en un 46,24%. La CHG asegura en su avance del informe sobre el año hidrológico que "los abastecimientos importantes tienen garantía de suministro para más de un año y en algunos casos hasta tres". Mientras tanto, los riegos están "en situación de emergencia, pero no existe garantía de normalidad para el próximo año, salvo que cambie el ciclo seco en que estamos".

Por provincias, la situación es de absoluta normalidad en Huelva, regida en su mayor parte por la Cuenca atlántica, con un 65,52% de capacidad. Sin embargo, en Málaga es muy complicada, con un 20,40%. La empresa de aguas de la capital malagueña, Emasa, ya plantea restricciones para enero si continúa el ciclo seco. Esta ciudad y la cuenca del Guadalhorce están afectadas por un decreto de sequía, que limita determinados usos del agua. Si la situación sigue igual, también a la comarca de la Axarquía se le aplicará este decreto. "En Málaga y la Costa del Sol oriental ha llovido un 35% menos de lo habitual", dice Rodríguez Leal, que cree que se ha gestionado bien la sequía: "Las obras de emergencia han permitido un ahorro de entre un 15 y un 20% y ahora se consume un 20% menos que hace tres años; no vemos bien las restricciones al consumo, objetivamente estamos mejor".

Los agricultores, principales afectados por la situación de sequía, esperan que este invierno signifique el fin del ciclo seco y cifran sus esperanzas en que es rarísimo un ciclo de cinco años con escasez de lluvias. Sin entrar a valorar zonas, por su dificultad de predicción, los técnicos de la Agencia Estatal de Meteorología prevén un otoño "normal" en cuanto a lluvias, lo cual equivale a un acumulado de 177 litros por metro cuadrado de media. Este mes, de momento, está siendo bastante mejor que la media de los últimos 30 años. El dato es halagüeño, pues, como afirma Emilio Gutiérrez, de Asaja, "si viene un año normal se recuperarán los pantanos" y los agricultores podrán al menos respirar. Un dato: en este curso, la Confederación del Guadalquivir ha restringido el riego, salvo casos especiales, a 2.500 metros cúbicos por hectárea, cuando la necesidad media de un regante puede ser de entre 6.500 y 7.000. El arroz, que ha reducido la siembra en un 50%, y el maíz son los cultivos más perjudicados, frente a los cereales y las oleaginosas, menos afectados. Pedro Parias, de la Federación de Comunidades de Regantes de Andalucía, resume la situación: "En el Guadalquivir la campaña ha sido normal, dentro del contexto en el que estamos, y Huelva no ha tenido restricciones. En Cádiz, en la zona del Guadalete ha ido bien, mientras que en la del Barbate la campaña ha sido difícil, igual que en Málaga. En Granada y Almería están acostumbrados a vivir con la escasez, y no ha habido muchas diferencias con respecto a los años anteriores".

Los regantes asumen que el año que viene habrá restricciones, pero esperan que sean muchas menos. El tiempo, el climatológico, es quien tiene la palabra.

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