El martes a mediodía los vecinos del Realejo se vieron sorprendidos por un rocambolesco suceso que tuvo lugar en el parking del barrio que hay junto a la Comisaría de la Plaza de los Campos. Un joven agredió con un cuchillo a un hombre en la escalera del aparcamiento para posteriormente huir en su propio coche, dándose a la fuga a toda velocidad, según publicó Granadaimedia.

El presunto autor de la agresión, tal y como ha podido saber este periódico por fuentes próximas al caso, apareció muerto ayer en un domicilio de la Bola de Oro. Aunque los hechos todavía están siendo investigados, todo apunta a que el joven se quitó la vida.

Los Bomberos tuvieron que intervenir a requerimiento del 091 derribando la puerta para permitir el acceso al domicilio en el que se encontraba el cadáver, según confirmaron a Granada Hoy fuentes del Parque Norte de la capital. Esta actuación y la presencia de la Policía también causó un gran revuelo en el vecindario en la mañana del miércoles.

La agresión sucedió el pasado martes poco antes de las 16:00 horas. Mientras un testigo presencial de los hechos acudía a la comisaría aledaña para dar aviso a la Policía, el presunto autor del ataque escapaba al volante de un vehículo blanco saliendo del parking a toda velocidad.

El agredido, que tenía varias lesiones por arma blanca en la cabeza, se presentó por su propio pie en la comisaría antes de acudir al hospital. Según fuentes policiales, las agresiones no revisten gravedad.

En principio, los investigadores descartan el móvil del robo y todo apunta a que se trata de un asunto personal entre el herido, que es profesor, y el atacante, que podría ser un ex alumno suyo.

Un trabajador del parking aseguraba que las cámaras habían firmado la agresión y que habrían grabado el vehículo.

En efecto, la Policía ya tenía ayer su matrícula y Homicidios pudo identificar al presunto agresor. Además de las grabaciones, al escapar del aparcamiento arañó el coche y rompió los retrovisores. Por si fuera poco, el joven dejó el arma con el que realizó la agresión en la misma escalera.

Según fuentes judiciales consultadas por este periódico, si el suceso hubiese llegado a los juzgados se habría tramitado como un posible delito contra funcionario público y como faltas o delito de lesiones en función de la gravedad de las heridas.