Andalucía

La arriesgada tarea de ser portavoz en el Parlamento de Andalucía

  • Los dos años y medio que van de la XI Legislatura han visto ya seis cambios de portavoz y dos de liderazgo en los partidos de la Cámara

  • PSOE y Vox han tenido tres portavoces, mientras que Ciudadanos y Adelante-UP, dos; sólo el PP mantiene a José Antonio Nieto desde el inicio

Mario Jiménez conversa con Elías Bendodo en presencia de Ángeles Férriz y María Márquez.

Mario Jiménez conversa con Elías Bendodo en presencia de Ángeles Férriz y María Márquez. / Julio Muñoz / Efe

La de portavoz parlamentario se ha convertido en profesión de riesgo en la XI Legislatura andaluza. La muestra está en que en el anterior periodo, entre la primavera de 2015 y el otoño de 2018, sólo hubo dos cambios de portavoz en la Cámara, todos en el PP y ninguno por motivos traumáticos. Ni siquiera la llegada de partidos nuevos y novatos –Podemos y Ciudadanos– provocó grandes sobresaltos a quienes suelen ser la cara visible de los partidos en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas. Frente a los dos cambios de la X Legislatura, –Carmen Crespo ocupó el puesto de Carlos Rojas, que se fue al Congreso, y luego fue sustituida por el propio Juanma Moreno–, en los dos años y medio que cuenta esta etapa se han producido ya seis. Y aunque muchas veces los partidos insisten en dotar de normalidad a estos vaivenes, en todos los casos han sido consecuencia de cambios de rumbo político e incluso de sonorísimas rupturas.

Los escaños de portavoz de PSOE y Vox son los que han conocido más inquilinos, con tres cada uno. Dos han tenido en Adelante Andalucía, que ahora se llama Unidas Podemos por Andalucía, al igual que Ciudadanos, que ha sido el último partido en sumarse a este juego de las sillas. No hay que olvidar, además que tanto los socialistas como la coalición entre IU y Podemos han visto cómo sus líderes, que no ejercían como portavoz, sino como presidentas del grupo, han dejado de serlo. Susana Díaz, tras perder las primarias y el control del partido, continuará su carrera política en el Senado a partir de septiembre. Teresa Rodríguez fue expulsada del grupo acusada de transfuguismo, pero sigue como diputada no adscrita y ha refundado Adelante Andalucía a partir de su partido, Anticapitalistas, y las fuerzas andalucistas. 

Los socialistas comenzaron la legislatura enfrascados en una crisis de identidad después de pasar a la oposición por primera vez en la historia autonómica. Susana Díaz, convencida de que sería capaz de recuperar la Junta, volvió a confiar en Mario Jiménez, que era portavoz desde 2010. La confianza se rompió en los albores del proceso de ruptura en el PSOE que ha acabado con la ex presidenta de la Junta saliendo del Parlamento. Cambió entonces a Jiménez por quien fuera su consejero de Medio Ambiente, el también onubense José Fiscal, que ha formado parte de su núcleo duro en sus últimos momentos como líder de los socialistas andaluces. Con la victoria de Juan Espadas en las primarias y su toma de control del PSOE regional, Ángeles Férriz ha sustituido a Fiscal. La parlamentaria jiennense ha sido una de las caras visibles de los críticos con Díaz a pesar de que la sevillana la había nombrado portavoz del partido antes de la ruptura entre ambas. Con el ascenso de Férriz, Mario Jiménez ha salido del ostracismo para ser quien se enfrente en comisiones y plenos con otro portavoz, el del Gobierno y el PP andaluz, Elías Bendodo. 

Si los movimientos del PSOE son consecuencia de una crisis de identidad, los de Vox son propios de un partido que todavía intenta definir la suya, sobre todo teniendo en cuenta que muchas de las decisiones se toman en Madrid y no en el seno del grupo parlamentario. Su primer jefe fue Francisco Serrano, candidato en dos ocasiones. Incómodo dentro del partido, acabó dejándolo, acosado por una denuncia por fraude de subvenciones que sigue en los tribunales, pero no sin pasar un par de plenos como diputado no adscrito. El testigo lo cogió Alejandro Hernández, que ha negociado los tres presupuestos del primer gobierno no socialista de la Junta pero también ha sido defenestrado. En Madrid querían una oposición más dura y de ello se encarga desde hace unas semanas Manuel Gavira. El cambio de cromos, aseguraron desde Vox, es normal, no supuso una gran crisis y, de hecho, Hernández mantiene cierto protagonismo en las intervenciones de su partido.

También fue normal, afirman en Ciudadanos, que hace unos días el portavoz naranja, Sergio Romero, dejase el puesto camino de la Mesa del Parlamento y le dejase el cargo a Teresa Pardo. Romero, aseguró, había pedido el cambio, pero es innegable afirmar que las aguas bajan turbulentas en Ciudadanos después de los batacazos electorales del último año y la marcha de Fran Hervías al PP.

Sólo uno de los cambios de portavoz de la legislatura fue amistoso, aunque por motivos de salud. Antonio Maíllo se retiró de la primera línea y le dejó la responsabilidad a Inmaculada Nieto antes de que Adelante Andalucía saltara por los aires. La portavoz de UP comparte, además, apellido con el único portavoz impasible, José Antonio Nieto, que dirige el grupo parlamentario del partido mayoritario del gobierno con pericia y sin visos de perder el mando en esta legislatura de inestabilidades.

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