¡Oh, Fabio!

Luis Sánchez-Moliní

lmolini@grupojoly.com

Juanma el ecologista

¿Está fracasando nuestra autonomía en la protección de Doñana? Sí, y Juanma Moreno no es inocente

Juanma Moreno y Patricia del Pozo, durante una jornada campestre.

Juanma Moreno y Patricia del Pozo, durante una jornada campestre. / DS

NO cuela el ecologismo sobrevenido de Juanma Moreno. Tampoco su andalucismo de besitos a la blanquiverde, que da un poco de grima; ni su feminismo-light de molde... Demasiados simulacros para gustar a todos. Vencerá, pero no emocionará. Si no acaba pronto la campaña es capaz de iniciar una reasignación de género sólo por acceder a nuevos nichos electorales, que como todos sabemos es donde habitan los votos muertos.

Desde luego, la conversión del bello Juanma al ecologismo no es creíble después de una legislatura en la que el PP ha impulsado dos iniciativas claramente perjudiciales para el medio ambiente andaluz: La nueva Ley del Suelo (Lista), un bocado más al paisaje andaluz y otro estímulo a la avaricia municipal-inmobiliaria (que no suele ser poca); y la proposición de ley para una nueva regulación de los regadíos del entorno de Doñana, que supone una auténtica amenaza para la salud del Parque Nacional. Ambas salieron adelante con los votos del trifachito andaluz (PP-Cs-Vox) y la abstención colaboracionista del PSOE. Sólo la izquierda fetén se opuso.

La derecha andaluza, aunque se vista de centrista o patriótica, siempre ha tenido dificultades para comprender el verdadero problema medioambiental que sufre el mundo desarrollado. Parece que no les ha sido suficiente con ver los ríos envenenados, el avance de la desertización, la destrucción desgarradora del litoral, la proliferación de vertederos y el urbanismo duro... Ellos siguen con sus chistes sobre el lince funcionario y otras pamplinas rancias. Pero no siempre fue así. Si Doñana ha conseguido librarse por ahora de las zarpas de la avaricia cateta fue en parte gracias a la conspiración de algunos señoritos jerezanos y la complicidad de gloriosos escritores reaccionarios como Aquilino Duque, entre otros. Los progresistas (tanto de derechas como de izquierdas) siempre tuvieron una visión quinquenal del Parque, imaginando carreteras por doquier, cultivos de eucaliptos para celulosa, playas urbanizadas, campos de golf... Desarrollo, en definitiva, aunque sea a costa de vivir en la mierda. Durante esta legislatura, la del ecologista Juanma, volvieron a lanzarse globos sonda para la construcción una autovía Huelva-Cádiz por donde más duele. No coló.

Leí atentamente la entrevista que el miércoles le hizo Miguel Lasida a Javier Castroviejo, quien fue durante 14 años director de la Estación Biológica del Parque y tiene el honor de haber sido nombrado persona non grata por algún alcalde depredador. “Nos iría mejor si gestionaran Doñana desde Berlín o Upsala”, dijo este biólogo impertinente y retoño del gran escritor José Mª Castroviejo. ¿Está fracasando nuestra autonomía en la protección de su mayor joya natural? Sí, y Juanma Moreno, el ecologista, no es inocente.

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