Caso Laura Luelmo

El hermano gemelo de Bernardo vuelve a prisión: “Si ha sido él, que la pague”

  • Luciano Montoya pide “perdón” antes de reingresar, tras su primer permiso desde 2000, en el penal de Ocaña

  • Calañas, una de las localidades en las que ha estado, pide su destierro

Luciano Montoya en la entrada de la cárcel de Ocaña.

Luciano Montoya en la entrada de la cárcel de Ocaña. / M. G. (Ocaña)

El hermano gemelo de Bernardo Montoya –detenido desde el martes por la muerte violenta de la profesora zamorana Laura Luelmo–, Luciano Montoya, regresó ayer a la prisión toledana de Ocaña después de hacer disfrutado de un permiso penitenciario de cuatro días, el primero en 18 años desde que fue condenado por el asesinato en 2000 de una mujer corteganesa de 35 años a la que apuñaló después de haber robado.

Los medios de comunicación lo esperaban expectantes para conocer qué opina sobre la participación de su hermano en el crimen de El Campillo. Acompañado por varios familiares, Luciano Montoya expresó al respecto que “yo pido también perdón”, a lo que una mujer que lo acompañaba añadía “perdón, lo sentimos mucho”. Entre una nube de periodistas de la que no lograba deshacerse mientras trataba de reingresar en el penal, Luciano manifestó que “si ha sido él, que la pague”. Luciano salía en la mañana del lunes de la penitenciaría de Toledo sonriente y de buen ánimo. Lo esperaba su familia y ponían rumbo a Huelva. Su hija Carmen, para zanjar todo lo que de su padre se estaba publicando en varios medios de comunicación –que lo apuntaban directamente como el vecino de Laura y sospechoso del asesinato–, se apresuró a colgar dos vídeos en directo en su perfil de Facebook en los que se veía a Luciano abandonando el penal y viajando en coche rumbo a Huelva. 

Luciano Montoya en un enfrentamiento a la entrada del penal de Ocaña. Luciano Montoya en un enfrentamiento a la entrada del penal de Ocaña.

Luciano Montoya en un enfrentamiento a la entrada del penal de Ocaña. / M. G. (Ocaña)

En estos días de libertad, el gemelo de Bernardo Montoya ha estado con su familia en Palos de la Frontera (donde reside una de sus hijas), en Mazagón o en Calañas. Los vecinos que lo han reconocido en esas localidades se han mostrado asustados y han distribuido mensajes a través de Whatsapp alertando de su presencia en estos núcleos poblacionales. “Hay pánico entre los vecinos”, indica a este diario un residente en Mazagón.

La presencia en Calañas de Luciano Montoya también ha despertado el temor en la ciudadanía. Allí ha recalado para visitar a una de sus hijas en este lapso de libertad programada, desatando la indignación de los vecinos. Tras conocerse públicamente que descansaba en el municipio calañés, la alarma social fue en aumento y el Ayuntamiento se vio obligado a activar un dispositivo de seguridad y pedirle a la familia su marcha. “Nos hemos puesto en contacto con la familia para trasladarle el desagrado que sentimos y pedirle que no vuelva al municipio”, declaró el alcalde, Mario Peña, a Radio Valverde-Cadena SER.

“Espero que no regrese más”, sentenció el regidor calañés, quien asegura que “el parecer de toda la población es que no lo queremos aquí”. Peña manifestó que la indignación que se ha generado en la localidad en estos días es grande, especialmente después de que trascendiera que también cumple condena por el asesinato de una mujer. Según señaló, hay parte de la familia Montoya que “comprende” la petición, aunque no sabe cuál será el resultado hasta que no goce de otro permiso carcelario. “El Ayuntamiento ha hecho lo conveniente”, puntualiza el alcalde, al tiempo que hizo un llamamiento a la sociedad y los poderes públicos para acabar con la lacra social de la violencia machista.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios