Andalucía

Una hora con Mas

  • Díaz ofrece un pacto que incluya singularidad política, igualdad económica, blindaje de competencias y reforma de la Cámara Alta

"Lo más importante ha sido que hemos podido hablar, y hablar durante una hora". Ésa es la valoración que la presidenta andaluza, Susana Díaz, realizó de su encuentro de ayer con su homólogo catalán, Artur Mas, el hombre que quiere llevar a su comunidad a la independencia, el hombre que, según las socialista andaluza, "se ha liado la manta a la cabeza" y va camino del "precipicio". Estas dos últimas valoraciones las había hecho Susana Díaz el domingo en un mitin en Hospitalet y quizás por ello la reunión entre ambos dirigentes comenzó de un modo frío. No hubo rueda de prensa conjunta ni comunicado después del encuentro por deseo expreso de la Generalitat, aunque la hora de conversación debió de limar bastantes asperezas y, como prueba de ello, Artur Mas salió a despedir a Susana Díaz a la puerta del Palacio de Sant Jaume, algo que no es habitual en visitas similares, según explicaron algunos de los habituales a tales encuentros.

A las diez de la mañana, Artur Mas recibió a Susana Díaz en la sede de la Presidencia catalana. De entre la nube de fotógrafos y cámaras -los únicos autorizados a entrar en el Palacio de Sant Jaume- se oyó la conversación con la que ambos iniciaron el encuentro: sus referencias al programa Salvados, de La Sexta, en el que Jordi Évole había reunido en una mesa a Felipe González y a Artur Mas. Susana Díaz sabía del encuentro porque González le había dado algunos detalles, aunque no lo vio el domingo. A esas horas cenaba con Javier Godó, conde de Godó y editor de La Vanguardia. En estos dos últimos días, la presidenta también ha mantenido una comida con el abogado Miguel Roca y ha conversado con el presidente de Caixabank, Isidro Fainé, quien en unas semanas firmará con la Junta una línea de crédito de 1.300 millones de euros para pequeñas y medianas empresas andaluzas.

En el encuentro con Artur Mas, Susana Díaz le expuso su propuesta federalista, su salida para evitar "el choque de trenes", pero sobre todo le subrayó la necesidad de que articulase un plan sobre el que poder negociar. A pesar de sus apelaciones al diálogo, Mas mantiene como innegociable la convocatoria del referéndum independentista para el próximo mes de noviembre, una consulta que el Gobierno impedirá según ha dejado más que claro Mariano Rajoy. Según algunos de sus colaboradores, Díaz le expuso a Mas su propuesta de modelo de financiación, basado en el coste estándar por habitante y que supondría, aunque la presidenta no lo explique así, poner algún límite a la solidaridad de unas comunidades con otras. Bien es cierto que también eliminaría la sobrefinanciación que en la actualidad tienen algunas, caso de Extremadura. Tal como explicó en su conferencia posterior, ya en un hotel de Barcelona, Susana Díaz sí cree posible que Cataluña exprese su "singularidad" cultural y política. La socialista andaluza rechaza el pacto fiscal o la asimetría en la financiación, pero entiende que no todas las comunidades deben tener las mismas competencias. En la conferencia dejó caer, por ejemplo, que en Andalucía casi bastaba con la Guardia Civil mientras que consideraba que otras comunidades pudieran tener una policía autonómica. Del mismo modo, le expuso su idea de reforma de Senado como Cámara territorial, un parlamento que, además, blindaría las competencias autonómicas. "No es posible -dijo- que estén al albur de los caprichos de un Gobierno".

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