Un cortocircuito en el hotel Flamero de Matalascañas degeneró en un pequeño incendio que acabó con el desalojo preventivo por parte de las fuerzas de seguridad de 520 huéspedes que en la noche del lunes al martes pernoctaban en las instalaciones turísticas.

El incidente, que se produjo sobre las 01:20, hizo que se vivieran escenas de tensión, nervios e incluso clientes movidos por el pánico tras comunicarles que tenían que abandonar sus habitaciones en mitad de la madrugada. Esta situación dio lugar a que algunas personas tomaran la calle únicamente provistos de sábanas y toallas en una salida precipitada del hotel almonteño

Fue sólo un susto. Tras el análisis, se detectó que el detonante del incendio se produjo en un cuadro eléctrico situado en el techo del restaurante, que inmediatamente generó un incesante humo negro que se extendió hasta afectar el piso superior. La humareda alcanzó hasta la cuarta planta, de las ocho que integran el complejo turístico.

Pablo Espinosa, director del hotel, comentó a los medios de comunicación que el foco del incendio se encontraba muy localizado, si bien como prioridad y en pos de garantizar la seguridad de los clientes se optó por evitar el acceso al edificio hasta constatar de forma fehaciente que no existía ningún riesgo para las personas que estaban alojadas.

El perjuicio de los clientes fue un tremendo susto y, tras un par de horas, pudieron volver a sus respectivas habitaciones, con la salvedad de dos huéspedes que tuvieron que ser realojados en habitaciones adyacentes, debido al intenso olor a quemado que había en sus dormitorios.

A falta de un balance oficial, fuentes consultadas por este periódico subrayaron que no ha habido que lamentar daños humanos, ya que el trabajador que tuvo que ser atendido por inhalar humo tras intentar sofocar el incendio ya se ha reincorporado a su puesto. En el plano económico solo ha habido que lamentar desperfectos de poca envergadura en las paredes de las habitaciones afectadas por el intenso humo y en las de las plantas adyacentes del nivel superior.

En el término de Almonte, en los últimos días también se registró otro siniestro que arrasó 4.000 metros cuadrados de viñas abandonadas. El fuego, que se está investigando, comenzó por razones desconocidas. Intervinieron los efectivos del parque comarcal Condado-Doñana.

Otro de los incidentes que causó alarma entre la población en los últimos días ocurrió cerca de La Laguna del Portil, en Punta Umbría, debido a que se inició cerca de algunas viviendas. La rápida intervención de los bomberos del Parque Comarcal Riberas-Costa de Aljaraque evitó que las llamas alcanzaran las casas y finalmente éste no afectaron a las urbanizaciones colindantes.