Los métodos empleados por los inmigrantes en situación irregular para intentar llegar a España escalan un peldaño. La Policía Nacional ha localizado a un hombre que pretendía entrar en España agazapado junto a las hélices de un ferry. Se trata de un ciudadano argelino de 48 años que zarpó desde Tánger (Marruecos) y llegó hasta el puerto de Tarifa (sin que la Policía precisara cuándo ocurrieron los hechos), donde fue detenido.

El polizón viajaba escondido sobre el patín derecho del buque, descalzo y vestido únicamente con un bañador, en una zona del buque donde pasó toda la travesía expuesto al oleaje y la corriente de agua levantada por el propio barco en su avance. Su intención era lanzarse al agua a la llegada del ferry de pasajeros al puerto -ya que atracan encarados hacia la parte donde se ocultaba- y ganar la orilla a nado. Posteriormente, pretendía saltar la valla perimetral del puesto fronterizo tarifeño y eludir los controles policiales establecidos para acceder de forma ilegal a territorio nacional. En el momento de su detención, el hombre portaba consigo una bolsa de plástico, presumiblemente con sus pertenencias. La Policía Nacional le ayudó en su paso del buque al muelle tendiendo una cuerda, siendo inmediatamente detenido.

En la frontera marítima de Tarifa los métodos de ocultación empleados por ciudadanos que pretenden acceder a territorio nacional de forma ilegal son muy variados. Habitualmente son los llamados pasadores quienes tratan de ocultar a los inmigrantes, lo que también supone un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

Las técnicas para intentar cruzar desapercibidos van desde habilitar huecos en distintos espacios dentro de automóviles como los asientos, el vano del motor, tras el salpicadero o los bajos, lo que supone un grave peligro para la persona oculta dado que se trata de espacios muy reducidos y carentes de ventilación; hasta buscar espacios poco o nada visitados dentro de los buques cuyas rutas unen España con el norte de África. De hecho, las autoridades ceutíes refuerzan cada año los controles al término de la feria de la ciudad autónoma en la denominada como operación feriante, ya que es también un momento muy frecuente para tratar de cruzar el Estrecho ocultos entre las atracciones desmontadas.