Sevilla

Una mujer maltratada por su hermano pide la misma protección que las víctimas de violencia de género

  • La afectada asegura que cada vez que denunciaba un maltrato le decían que no podían hacer nada porque "eran problemas familiares".

Mari Carmen, una mujer sevillana que sufre desde hace años las "palizas" de su hermano menor pidió este jueves, entre lágrimas, que "la ley no haga distinción" y pueda recibir la misma protección que las mujeres que padecen violencia de género.

En declaraciones a Europa Press, la propia afectada explicó que se siente "desprotegida" porque no tiene los mismos beneficios que las mujeres que sufren el maltrato de sus maridos.

"Cada vez que llamo al 016 me preguntan que por quien soy maltratada y cuando les digo que es por mi hermano me dan otro número de teléfono. Como no es mi novio o mi marido, no tengo prioridad. Además, por ser el maltrato por consanguinidad mi caso está en los juzgados de lo penal y no en el de familia", lamentó.

Asimismo, indicó que cada vez que iba a denunciar su caso a comisaría --ha llegado a interponer unas "200 denuncias"-- le decían que eran "problemas familiares" y no podían hacer nada. Sin embargo, tras muchos años de lucha, Mari Carmen ha conseguido protección aunque aseguró que no puede salir sola a la calle y si lo hace es "en compañía de alguien", pero "cuando anochece" vuelve "corriendo a casa".

Además, manifestó que está "intranquila" porque no sabe en qué momento su hermano puede aparecer, a pesar de que sobre él dicta una orden de alejamiento.

Empezó con el abandono de la mujer de hermano

Todo comenzó cuando Mari Carmen acogió a su hermano en su casa después de que su cuñada lo abandonara tras una disputa en la que su hijo, que por entonces tenía nueve años, se enzarzó con el padre.

"En ese momento, mi cuñada pensó que si con esa edad ya lo había enganchado, cuando tuviera diecisiete años qué iba a pasar...", aseguró Mari Carmen.

Desde entonces, ha vivido "un infierno", intentó que "dejara las drogas" y aguantó sus agresiones hasta el año 2000, cuando le puso "un cuchillo en el cuello durante dos horas" y temió por su vida.

 Ahora cuenta con el apoyo de vecinos y familiares, pero lo único que quiere es "libertad" para poder hacer "una vida normal, como cualquier persona", concluyó.

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