Un cazabombardero del Ejército del Aire modelo Mirage F-1 del Ala 14, de la base aérea de Albacete, se estrelló ayer en Sierra de Segura, en pleno parque natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén), provocando un incendio de grandes dimensiones, que seguía activo al cierre de esta edición. El piloto de la aeronave, el teniente Ángel Gálvez Belmonte, de 30 años, pudo saltar en paracaídas antes de que esta cayera a tierra, y tan sólo sufrió heridas leves.

Los medios aéreos desplegados por el Plan Infoca para luchar contra el incendio forestal se retiraron al anochecer por la falta de visibilidad para trabajar. El dispositivo general movilizado fue de 13 técnicos y agentes, 134 especialistas en extinción, una unidad meteorológica y de transmisiones, ocho camiones autobomba, ocho aviones de carga en tierra, cuatro aviones anfibios, un avión de coordinación, siete helicópteros utilitarios y de extinción y un helicóptero de gran capacidad modelo Kamov K-32.

El Ejército del Aire ha abierto una investigación para determinar las causas.

Este accidente es el cuarto siniestro de aparatos de este tipo en España en lo que va de año. De los otros tres siniestros registrados durante 2009, tan sólo en el que se produjo en la provincia de Albacete el pasado 20 de enero hubo que lamentar muertes.

En aquella ocasión, dos capitanes y un teniente del Ejército del Aire murieron al estrellarse dos cazas Mirage F-1 cuando realizaban un ejercicio de entrenamiento. Los aviones pertenecían también al Ala 14 de la base aérea de Los Llanos (Albacete).

En los otros dos accidentes, los pilotos consiguieron salvar sus vidas.

El 2 de junio de 2009 un avión F-18 se estrelló en el polígono de tiro de Las Bardenas Reales (Navarra). Su piloto consiguió salvar la vida al saltar en paracaídas, como ha ocurrido hoy.

Ese mismo mes, el día 16, dos aviones F-18 del escuadrón de cazas de la base área de Gando, en Gran Canaria, se estrellaron en el mar al suroeste del archipiélago aunque sus dos pilotos se salvaron.